Mucho se había hablado durante la semana en el seno de la AD
Ceuta de la importancia de los tres puntos en juego ante un
rival directo como el Puertollano. Y es que, la derrota ante
el Linares unida a la pobre imagen dejada por el conjunto
caballa en tierras jienenses, habían generado unas dudas que
evolucionaron hasta convertirse en nubes de tormenta. Un
panorama poco propicio ante el que no cabía otra que
apuntarse el triunfo para seguir soñando con disputar a
final de temporada el play off de ascenso.
Así, con un clima revuelto, el conjunto caballa saltó al
césped del Murube con la firme intención de llevarse la
victoria, haciéndose desde los primeros compases con el
control del esférico y presionando al rival. Una actitud
constructiva que propició que la primera ocasión clara no
tardase en llegar, al meter David Fas un pase en profundidad
a Enzo Noir, que el argentino remató demasiado centrado.
El empuje local no tardó mucho en concretarse y, cuando
apenas se habían cumplido diez minutos, llegó la acción
clave del encuentro al señalar el colegiado un penalti sobre
David Fas, expulsando a Encinas. Una pena máxima
materializada por Enzo desde los once metros, que ponía a
los suyos por delante, y con todo a favor al encontrarse en
superioridad numérica.
Con el marcador a favor, y lejos de conformarse, los ceutíes
seguían hilvanando acciones de peligro, como el remate de
Javi Navarro tras servicio de Seidi, otro de Enzo o el de
Sandro a la salida de un córner, que hacía presagiar que en
cuestión de tiempo la diferencia se ampliaría.
A medida que fueron pasando los minutos el empuje ceutí fue
decayendo, mientras el Puertollano lo intentaba a base de
contragolpes que nunca llegaron a inquietar la portería
defendida por un Lledó que se convertía en espectador de
excepción.
Y es que, si difícil lo tenían los visitantes, peor aún se
les pondría el decorado pasado el ecuador de la primera
mitad, al ser expulsado Carlos Sanz por doble cartulina
amarilla al cortar un balón con la mano. Una acción tras la
que se complicaría sobremanera el encuentro para los
manchegos, que únicamente mantenían viva la esperanza de
sacar algo positivo por la falta de puntería de un Ceuta que
gozaba de ocasiones pero sin saberlas transformar.
De ahí al final del primer periodo Enzo lo intentaría en una
doble ocasión que el ariete sudamericano mandó fuera. Eso
antes de desaprovechar una mala salida de Rojas con todo a
su favor, que de nuevo se fue por la línea de fondo.
Mientras que Álvaro, uno de los más activos en ataque,
insistía una y otra vez en probar fortuna desde la frontal
pero sin suerte.
Aluvión de ocasiones pero la diferencia no se ampliaba.
Nisiquiera con un remate de cabeza de Javi Navarro que salió
alto por poco. Por lo que el cuadro caballa se marchó al
descanso con una diferencia mínima que para nada dejaba
tranquila a la grada.
Tato, fundamental
La segunda parte arrancó con el Puertollano intentando
sorprender. Una voluntad efímera pero que al menos sirvió a
los unionistas para que Andrés se sacara un disparo a
puerta, en la que sería la única ocasión visitante del
encuentro. Porque a partir de ahí el Ceuta dejó claro que no
iba a estar dispuesto a dejarse sorprender y, tras unos
instantes de duda, los blancos se volvieron a meter en el
partido con un disparo de Álvaro que salió rozando el palo.
El mismo destino, pero en el poste contrario, que seguiría
una falta botada por David Fas lanzada desde la frontal, que
pudo significar el segundo.
Los minutos pasaban y, viendo que los suyos no terminaban de
resolver contra nueve, la grada del Murube empezó a ponerse
nerviosa hasta el punto de escucharse algunos silbidos de
desaprobación.
En esas Álvaro intentaba batir a Rojas con disparos lejanos,
en una fase de encuentro marcada por el juego deslabazado,
en la que ninguno de los dos equipos era capaz de imponer su
criterio.
Cuando todo parecía indicar que iba a ser imposible que los
caballas marcaran llegó el gol de Tato, que había salido
minutos antes desde el banquillo. El murciano, con toda la
tranquilidad del mundo, se situó en el punto de penalti para
bajar un envío desde la diestra de Txiki y, a placer, batir
a un Rojas que nada pudo hacer.
Pero ahí no quedaría la aportación de Tato que, poco
después, forzó un segundo penalti al ser entrado por Manu, y
que sería el tercero y definitivo al ser transformado por
Alberto.
Triunfo importantísimo para el conjunto caballa que se
mantiene en la lucha por disputar el play off de ascenso y
que, de paso, sirve a los ceutíes para devolver la calma a
la entidad después de la tormenta de dudas de las últimas
semanas.
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Tres goles que valen un triunfo y pueden devolver la
confianza
Los tres goles materializados en
el día de ayer por la AD Ceuta significan un triunfo
importantísimo en las aspiraciones del conjunto caballa por
seguir peleando por el play off de ascenso. Una victoria que
además, a estas alturas de campeonato, vale siete puntos:
los tres sumados por los ceutíes, los tres que deja de ganar
un rival directo como el Puertollano, y el que significa el
ganar los enfrentamientos directos en caso de un hipotético
empate con los manchegos.
Sin olvidar la trascendencia de ver puerta por partida
triple, ante la crisis en ataque que estaba atravesando el
cuadro caballa durante las últimas semanas en las que había
marcado un gol en cinco partidos. Por lo que ahora, en el
vestuario, se debe respirar un clima más tranquilo que debe
ser positivo para las próximas citas ante rivales de entidad
como Écija, Melilla, Cartagena, Águilas y Mérida.
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