Hace casi dos años que el
Ministerio de Fomento validó la concesión administrativa de
la línea de interés público a la división naviera de la
multinacional Acciona, una vez más, por ser -según criterio
técnico de la administración pública- la de mejor y más
garantía de cuantas optaban a la concesión.
Según la propia Dirección General de la Marina Mercante, no
han sido pocos los ‘rifi-rafes’ con la naviera en el
ejercicio inspector de la administración pública para el
cumplimiento de los requisitos y de las estipulaciones
primitivas que han sido, de algún modo, depuradas para un
mejor conocimiento en addendas ulteriores a la firma del
contrato, como reconoció la propia Acciona por el hecho de
clarificar y acotar la participación del denominado ‘buque
pernocta’ que, según la naviera, ofrecía alguna duda en las
primitivas estipulaciones. Como base general se obliga a que
los buques cuenten con menos de 15 años de antigüedad; que
ante cualquier sustitución se comunique con 30 días de
antelación a la Marina Mercante y que el buque sustituto sea
de igual o mejores condiciones que al que ha de sustituir.
Es de obligado cumplimiento, por otro lado, que un buque
tipo convencional permanezca en Ceuta para cualquier
eventualidad. Según Acciona, que acude a un escrito
certificado de Marina Mercante, el ‘buque pernocta’ no tiene
porqué cumplir las condiciones o requisitos técnicos de los
barcos incorporados a la línea regular, por lo que este
buque no necesita tener menos de 15 años de antigüedad. Por
otro lado y en otra vía distinta, Marina Mercante ha
entendido que el barco no ha cumplido con la regularidad
debida en cuanto a la pernoctación obligada, por lo que se
ha penalizado a Acciona por esta causa. En cualquier caso,
demasiadas ‘tensiones’ en menos de dos años desde la rúbrica
de un contrato que para la línea de Algeciras-Ceuta le
supone a Acciona el ingreso de algo más de 20 millones de
euros de la caja de todos los españoles.
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