Cuatro años han quedado atrás, y
ya estamos de nuevo en campaña electoral para elegir a los
representantes que defenderán los intereses de Ceuta en las
Cortes Españolas.
Van a ser dos semanas de mucho movimiento, serán unos días
de frases con mucho “humo” ya veremos si, también, con
“rescoldo”. No debemos olvidar, eso no se olvida, que el
final de la campaña del 2004 terminó en una auténtica
carnicería que rompió todos los pronósticos y a la larga
hizo cambiar las directrices que parecía que dominarían.
Ahora mismo, en la rampa de salida, hay mucho equilibrio,
escasamente un punto separa al PP y al PSOE, con lo que al
final del día 9 de marzo ya veremos quien y por cuanto ha
vencido.
Esta igualdad hará que los unos y los otros cuiden mejor sus
verdaderas fuerzas y que cada paso, cada gesto, cada palabra
estén donde tienen que estar.
Y las cosas no se pueden ver desde un solo prisma. La
realidad del momento hay que saber valorarla y no dejarse
llevar por los cantos de sirena de que todo ha estado bien,
ni por los otros cantos de que nosotros lo haremos mejor.
Cada uno a la hora de votar sabrá lo que tiene que hacer,
pero nunca debe olvidarse que lo que prometen ahora el uno y
el otro lo van a cumplir, si acaso, en un 10%. Todo lo demás
será vender humo, entonar salmos en fiestas de carnaval y
tratar de dar gato por liebre.
A los que están, todavía, ya los conocemos, a los otros, si
es que llegan los conoceremos mejor cuando empiecen a
actuar, pero que no nos vengan con “milongas” ni con
“cuentos chinos” que ya sabemos por donde le aprieta el
zapato a un partido y a todos los demás.
Y hasta tanto, las calles comienzan a estar empapeladas.
Hasta tanto las murgas durante todo el día con los
altavoces, molestando a quienes están cumpliendo con su
trabajo y todo para arañar tres votos de aquí o para perder
cinco del otro lado.
Y lo que no puedo dejar de señalar es la farsa que se monta
cada vez que hay elecciones a las Cortes, presentando en los
carteles al cabeza de lista de Madrid, Rajoy o Zapatero,
como si se tratara de unas elecciones presidenciales.
Hay que decir a los partidos políticos y a los responsables
de estas campañas que con esa publicidad están engañando a
los votantes. En Ceuta o en mi pueblo, no se vota a Rajoy o
a Zapatero, se vota a unos representantes para Ceuta o para
la provincia de Ávila ( en el caso de mi pueblo) y
curiosamente en los carteles anunciadores de esa campaña no
aparecen las caras de los representantes que vamos a votar.
Si empezamos con engaños en esto, qué no iremos a encontrar
en otros aspectos, y que ahora no me salga ningún “sopla
gaitas”, del PP, del PSOE o de IU, por ejemplo, que se vota
a ese que, si llega el caso, será presidente del Gobierno.
Si alguien dice eso está mintiendo, porque en Ceuta vamos a
votar a unos señores que cuando lleguen al Congreso van a
ser los que den su apoyo para que sea presidente del
Gobierno, tal o cual. Todo lo demás es decir “sí” a lo que
mandan las cúpulas de los partidos y pasarse por “el arco de
triunfo” la realidad de lo que son unas elecciones al
Congreso y al Senado. Hoy, para empezar, ya es bastante, en
los próximos días veremos qué otras cosas hay que seguir
tocando.
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