Nadie puede decir que el Gobierno
de la Ciudad Autónoma no se preocupa por la atención social.
De hecho, el gobierno de Ceuta mantiene convenios
practicamente con la totalidad de organizaciones dedicadas
al cuidadado de las hoy llamadas personas deficientes.
Es una evidencia manifiesta que la relación del Ejecutivo
ceutí con la archiconocida Cruz Blanca es estrecha, por
poner un ejemplo por todos conocidos. La voluntad política
del Gobierno Vivas siempre fue la atención a los mayores,
dependientes o no, por encima de cualquier otros
condicionantes. No son pocos los ejemplos al respecto. Pero
el último se produjo ayer con la firma de un nuevo convenio
entre la Ciudad Autónoma y la Pía Unión de la Fraternidad en
Cristo, organización que gestiona la famosa residencia ‘Nazareth’.
La Ciudad se hará cargo del coste de 35 camas diarias de
atención a mayores. Pero no es sólo este asunto concreto
[que ya es loable] el que trata el gobierno local.
Ceuta mantiene un convenio con el Imserso para la ayuda a
domicilio, desarrolla conciertos anuales con entidades como
Cáritas o Luna Blanca [con la que se firmará en breve el
nuevo acuerdo]. Y también con el CERMI, es decir con nada
menos que nueve entidades que se agrupan bajo esas siglas
donde se encuentran asociaciones como la de Síndrome de Down,
Cocemfe, Alcer, Apascide, Acepas... todas apoyadas desde el
gobierno local.
Hecho que, junto con numerosas actuaciones más en el ámbito
de lo social, necesariamente obliga a no pensar sólo en que
las políticas sociales forman parte inherente o exclusivo de
corrientes progresistas. Es evidente que la opción liberal
enarbola igualmente la bandera de la política social
aplicada desde la realidad evidente de los hechos. El
gobierno local, del PP, asume como fundamentos prioritarios
el apoyo a los ceutíes hoy llamados dependientes o grandes
dependientes y ya lo hacía antes de la llegada de la Ley.
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