Este periódico ha podido saber que el impacto de bala que
atravesó al ‘legía’ Estévez se produjo por accidente, cuando
el legionario aún estaba parcheando la diana. En ese
momento, uno de los tenientes dio permiso al oficial para
que disparase, creyendo que la línea de tiro estaba limpia
de obstáculos. La poca visibilidad posibilitó que, a más de
100 metros de distancia, la silueta del soldado no fuera
reconocible.
El martes la agencia de noticias Europa Press mantenía que
la bala que hirió al legionario Estévez provenía del fusil
del capitán de la compañía de la IV Bandera de La Legión que
se encuentra, todavía, de maniobras en Ronda. La información
levantaba, cuanto menos, algunas sospechas. ¿Podría un
capitán olvidar echar el seguro a su arma? ¿Es posible que
el capitán dispare desde la misma línea de tiro en la que se
encuentran los suboficiales? Todas estas conjeturas
provocaban duda en los lectores, pero hoy numerosas fuentes
de información confirman la hipótesis apuntada por la
agencia de noticias.
Según ha podido saber este periódico, la bala procedía del
fusil del capitán, sin embargo, no sólo es este oficial
quien deberá asumir las responsabilidades, sino también, el
teniente que le otorgó permiso para disparar.
Lo primero que hay que dejar claro es que el embrollo que
pudo ocasionar la muerte del legionario gaditano ha sido un
accidente, aunque, ese accidente podría haberse evitado.
Evidentemente, desde la Comandancia General de Ceuta (COMGE)
se guarda un silencio sepulcral. Además, ayer, fuentes de
esta institución desmentían que el capitán de la compañia
pudiera haber sido el causante del trágico acontecimiento,
lógicamente, en benefecio de las pesquisas internas que
están llevando de manera privada para depurar
responsabilidades y que dificilmente saldrán a la luz
pública, al menos, de su parte.
Los hechos se produjeron a las 0:30 de la noche. Todo el
mundo está de acuerdo en eso, y parece que, ya también,
empieza a haber consenso en la narración de los
acontecimientos. Cuando se produjo el impacto solamente el
capitán se encontraba en la línea de tiro. Sólo él ensayaba
en ese momento. Tras realizar un último disparo a la diana
y, como rutina para estos hombres cuando se ejecutan
prácticas con arma de fuego, el capitán procedió a poner el
seguro a su fusil y caminó desde su posición a la diana para
analizar el acierto de sus disparos. Tras evaluar las
comprobaciones, el capitán se retiró y los ‘legías’
-soldados en argot legionario- parcheaban las dianas. Cuando
el capitán se propuso lanzar el siguiente disparo, al menos
a 100 metros de distancia, aún quedaba un legía parcheando
‘el blanco’ y, bajo consentimiento del teniente -que dio
orden de disparo creyendo que la zona de tiro estaba
limpia-, el oficial volvió a ejecutar su disparo, que
atravesó de lado a lado la cara de Estévez.
Hay que añadir a este respecto que, aparte de este
accidente, se produjo una anomalía más en las maniobras de
los legionarios a esa hora de la noche. Según ha podido
saber EL PUEBLO, las prácticas con fuego real en el campo de
tiro de ‘Las navetas’ en Ronda impide desarrollar estos
ejercicios pasadas las 11 de la noche. Este asunto incumbe
directamente al coronel de la IV Bandera, mando que
supervisa todas las acciones de sus inferiores. Hay que
añadir que el jefe de la unidad no estaba en Ronda en ese
momento; tan sólo lo hacía una compañía formada por 100
hombres y dirigida por ‘el capitán’.
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El soldado, al que se le han quitado los tubos, evoluciona
favorablemente pese a continuar en la UVI
El legionario Estévez, natural de
Cádiz, continuaba ingresado ayer en el hospital Carlos Haya
de Málaga. De este modo, cumplía ya tres días en la Unidad
de Cuidados Intensivos. Sin embargo, tal y como afirmaron
fuentes hospitalarias, el herido evoluciona “favorablemente”
y ya se le han retirado los tubos de la cara que le han
ayudado a mantener sus constantes vitales con normalidad. Se
desconoce por el momento cuándo será trasladado a planta,
previsiblemente pronto. Su vida, según recordaron desde el
Carlos Haya no corre peligro. Los familiares continúan a su
lado en todo momento.
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