El temporal parece que va a
remitir y nos va dejar tranquilos durante unos días. Y es
que, el levante, cuando aprieta y dice: “aquí está el menda”,
no hay forma humana de pararlo. A ver quién es el guapo qué
se enfrenta al levante. Algunos, en esta tierra nuestra, se
han creído que son “levante” y que, cuando aprietan con
ganas, no hay forma de pararlos. ¡Pobrecitos míos!. Ellos
convencidos de que tienen la misma fuerza que un levante
cualquiera cabreado, cuando no llegan a ser ni una simple
brisa marinera.
Decía un escrito inglés, Mark no se cuanto,: “ladran luego
cabalgamos”. Totalmente de acuerdo con el Mark ese, puesto
que cuanto más ladran, mucho más cabalgamos. Doce años
largos de existencia nos contemplan llevando como lema por
bandera, la defensa de nuestra tierra, sin vendernos a nada
ni a nadie, porque la defensa de nuestra tierra no hay
dinero para comprarla. No todos podemos decir lo mismo y
pruebas de ello existen.
Nuestra tierra para algunos de esos que se les llena la boca
al decir “quiero a mí tierra más que a nadie en este mundo”.
Se les olvida añadir: ”hasta que me den una buena cantidad
y, entonces, alegar como el refrán: ”mucho te quiero
perrito, pero pan poquito”. Ya lo dijo el Quevedo ese;
“poderoso caballero es don dinero, a lo que la sabía de mí
abuela añadía; “por dinero baila el perro”.Y es que, estos
Judas de nuevo cuño aunque, personalmente y en persona, los
Judas siempre ha existido, son capaces de vender la camisa
que “pare suó” por unas cuantas monedas y, encima, dándole
un par de besos. Manda…la cosa.
Son todos esos Judas los que no aciertan a comprender,
porque sus mentes están centradas en el dinero, que nuestro
hacer de cada día tenga por misión la defensa de los
intereses de nuestra tierra, apartando otros intereses
bastardos, que sólo nos beneficien a nosotros. No, sus
mentes carcomidas por la ignorancia, la envidia y la
esclavitud a ese papel sucio y maloliente que metaliza los
corazones, no admiten que seamos incapaces de darle par de
besos, a esta tiera nuestra, mientras la vendemos por un
puñado de billetes.
La falsedad y la hipocresía, son y seguirían siendo sus
máximas a emplear para llegar a sus objetivos, que no es
otro que la consecución de dinero, mucho dinero, cuanto más
mejor. Sin pensar, ni por un solo segundo, que el día que
estiren la pata, porque todos las tenemos que estirar, no se
podrán llevar con ellos, esa fortuna acumulada. Nosotros,
con toda seguridad, al menos por mí parte y creo que la de
algunos compañeros, no sólo no vamos a dejar de herencia ni
un euro sino que igual dejamos par de trampas.
Pero lo que si dejaremos, para orgullo de los nuestros, es
el saber que nada ni nadie, nos podrá acusar de no haber
defendido los intereses de nuestra tierra con todas nuestras
fuerzas, ante los ataques de los lobos con piel de cordero,
los caciques y los esclavos del dinero.
Nacimos hace algo más de doce años, llevando como lema la
defensa de los intereses de Ceuta, y en esa línea seguimos
de la que nadie nos va a apartar porque, jamás, le daremos
un par de besos, mientras la vendemos por doce asquerosas
monedas.
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