Aunque oficialmente no se
reconozca (incluso se ha prohibido a los miembros de las
fuerzas de seguridad advertir del peligro a su familia), el
Reino de Marruecos vuelve a estar en alerta roja ante la
inminencia de un ataque terrorista. Los controles de
seguridad vuelven a proliferar, estimulados en las últimas
semanas por el descubrimiento de alijos de armas con destino
a reservas “yihadistas” del interior. Además de la frontera
con Argelia, desde Rabat se sigue con atención la evolución
de la situación en la vecina República Islámica de
Mauritania y sobre todo el reciente comunicado vía internet
de un nuevo grupo terrorista, “Katab Azarkaoui en el Magreb
Islámico”, en el que se habría advertido de “atentados
contra el rey Mohamed VI durante su próxima visita a
Mauritania” y sobre cuya autenticidad habría fundadas dudas.
Si por un lado la región es, en sí, un importante factor de
riesgo y desestabilización, las acciones de la nebulosa
terrorista agrupada bajo ‘Al-Qaïda’ raramente suelen ser
anunciadas. Por otro lado fuentes del ministerio del
Interior marroquí achacan esa amenaza directa a una
manipulación del ‘Frente Polisario’ o incluso a los mismos
servicios argelinos, preocupados por la anunciada visita del
soberano alauí a Nouakchot precedida del reciente viaje de
Taieb Fassi y Yassin Mansouri a la capital mauritana, a fin
de relanzar el proyecto de Autonomía del Reino de Marruecos
como solución al enquistado conflicto del Sáhara Occidental,
las “Provincias del Sur” para Rabat y de cuya positiva
resolución depende la continuidad de la misma Monarquía, que
lo ha ido apostando todo en el envite.
Durante el último año Rabat reforzó con varios miles de
efectivos su frontera con Argelia, implementando además (es
notorio a simple vista) los puestos de vigilancia de las
“Fuerzas Auxiliares” a lo largo de la costa del Rif, pues el
cercano litoral español (y ahí enlazaríamos con Kosovo) es
desde hace muchos años un eslabón de primer orden en el
tráfico de armas procedente de países de Europa del Este y
África del Norte vía la Costa del Sol, nido y reserva de
traficantes y terroristas de todo pelo. A este escriban le
constan, ¡desde el año 2000!, contactos y enlaces entre las
mafias de la droga del Rif y mafias del Este, en las que
descollarían grupos terroristas ligados al ELK (Ejército de
Liberación de Kosovo, también conocido como UCK), unidos
ambos por dos poderosos vínculos: los negocios sin
escrúpulos y el islamismo extremista y radical de las bandas
albanokosovares, que serían recibidas con los brazos
abiertas por sus hermanos de religión en el Rif quienes, a
su vez, mantienen opacos vínculos con los salafistas
argelinos.
No escribo con elucubraciones de laboratorio, sino manejando
datos obtenidos sobre el terreno. Los traficantes de haschís
rentabilizarían doblemente su viaje, sacando droga y
volviendo a sus bases con alijos de armas utilizando
especialmente planeadoras semirígidas tipo zódiac, modelo “G.O.-FAST”,
dotadas de varios motores de gran potencia que podrían
alcanzar hasta 750’ caballos y que además les darían amplia
autonomía. La zona más operativa podría estar comprendida
entre Targa y Badis, con dos epicentros: la amplia playa de
M´ter y la despoblada y agreste “Punta Pescadores”. Ya lo
había advertido entre líneas el otro día…
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