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Aún permanece en la retina de los
diputados de la pasada legislatura la imagen del portavoz de
Deportes del PP en el Congreso sosteniendo una camiseta de
la selección española en la defensa a ultranza que hizo
frente a las tesis autonómicas de disponer de selecciones
nacionales-autonómicas legales para competir en el ámbito
internacional.
El Partido Popular presentó ayer un muy ambicioso programa
deportivo elaborado por el equipo dirigido por Francisco
Antonio González Pérez, el parlamentario ceutí en quien
Rajoy ha depositado su confianza en esta materia que será
absolutamente prioritaria para un gobierno popular si es que
el PP gana las elecciones del 9 de marzo. González Pérez se
ha rodeado de los mejores, de los más laureados y más
respetados deportistas de élite del panorama patrio; y se ha
apoyado en profesionales directivos del deporte y de
políticos populares con responsabilidades autonómicas para
conformar la llamada Comisión Nacional del Deporte del
Partido Popular, de donde ha partido el programa que
presentó ayer Mariano Rajoy en Pozuelo de Alarcón. Los
objetivos marcados en el exclusivo programa popular para el
ámbito deportivo no deja indiferente a nadie. Han sido los
deportistas de élite los que se han autodenominado como los
verdaderos artistas del esfuerzo y del sacrificio. Nombres
como Marta Domínguez, Abel Antón, Niurka Montalvo, Jesús
Carballo, Almudena Fernández o Emilio Butragueño son también
los impulsores y respaldan las tesis deportivas que Gonzalez
Pérez ha rubricado como presidente de la Comisión Nacional
de Deportes del PP, sobre la creación de una Agencia
Española y de un Estatuto del Deportista que proteja a los
que dedican toda su vida a esta actividad en las que no
todas las modalidades alcanzan las facturaciones siderales
de algunas disciplinas muy concretas y que están en la mente
de todos. Que un ceutí marque pautas a estos niveles es un
motivo de orgullo para Ceuta, pertenencias políticas aparte.
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OPINIÓN / EDITORIAL
