El Congreso de los Diputados ha
postergado para que los resuelva la Cámara que se
constituirá después de las elecciones generales del próximo
9 de marzo un total de una treintena de proposiciones no de
ley, solicitudes de comparecencia o preguntas para su
respuesta por escrito por parte del Gobierno central
relacionadas con Ceuta. En términos absolutos el montante de
asuntos pendientes vinculados con la ciudad autónoma no
parece muy extenso, aunque globalmente los temas no
resueltos durante los últimos cuatro años por la Cámara Baja
ocupa nada menos que 1.184 páginas del Boletín Oficial de
las Cortes Generales.
El asunto, que en sí mismo no tiene mayor trascendencia
puesto que ninguno de los temas en cuestión afectan
directamente al día a día de los ceutíes, es más grave en
tanto que entre las treinta iniciativas cuya resolución ha
debido ser postergada hay algunas que datan del principio de
la legislatura como la proposición no de ley del Grupo
Parlamentario Socialista en relación con las bonificaciones
al transporte para los residentes en los territorios no
peninsulares. Algo parecido ocurre también en la Ciudad
Autónoma, donde decenas de mociones e interpelaciones
aprobadas en Pleno duermen el sueño de los justos en las
actas de las Sesiones Plenarias. Esta aparente artrosis
institucional, que no revela directamente falta de interés o
de trabajo por parte de los responsables políticos y
técnicos de la Administración, sí lleva a los ciudadanos a
pensar que no se hace mucho, o al menos no se hace todo lo
que se debiera, en las instituciones públicas. A la
población le resulta cansino que sus representantes
democráticamente elegidos debatan una y otra vez durante
meses y años sobre los mismos asuntos y lleguen a acuerdos
que finalmente nunca se concretan en nada y vuelven, por
tanto, a generar nuevos debates reiterativos. Nuestros
políticos deberían ser más aplicados con sus asuntos y, si
el que mucho abarca poco aprieta, concentrarse en las
mayores preocupaciones ciudadanas en lugar de plantear
propuestas con el único objetivo de tener relevancia
mediática.
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