He dicho, en innumerables
ocasiones, que me encantan los fandangos y los refranes
porque son auténticas sentencias del pueblo llano. Y en
estos momentos, me viene como anillo al dedo ese que dice:
“a perro flaco todo se le vuelven pulgas”. Está visto y
comprobado que me da por poner un circo y me crecen los
enanos. Nada, que no hay forma de que uno pueda ganar unos
euros que me saquen de mí delicada situación económica, con
lo bien que me vendrían. Me explico.
Resulta que me había montado un negocio, de esos que se me
ocurren personalmente y en persona, que me estaban dando
unos euros e incluso me hacía soñar que me iba a poder
comprar un pisito de nada, allende de nuestras fronteras,
donde poder irme a descansar, sentándome a la orilla del mar
y contemplar el movimiento de las olas mientras, con mí caña
de pescar, alimentaba a los peces.
El negocio consistía en venderles, a los equipos del grupo
cuarto, la cinta de algún encuentro de la AD Ceuta, para que
vieran como jugaba el equipo de mí tierra y, de esa forma,
poder preparar la táctica para derrotarlo.
El negocio es redondo, mi periódico, “EL PUEBLO” me cedía
las cintas grabadas y servidor se las vendía a los distintos
equipos por el módico precio de tres mil euros. No me
negarán que es un negocio de aquí te quiero ver. Pero el
hombre propone y el levante todo lo descompone. Mi primer
negocio estaba en venderle la cinta al Linares, próximo
rival de la AD. Ceuta.
Y va el levante, con toda la mala leche del mundo, se pone a
soplar con fuerza en el estrecho y no puedo ir hasta Linares
a venderles la cinta. No me dirán que no es mala suerte la
mía. Con el pedazo de negocio que me había montado. EL
PUEBLO, mi periódico, me regalaba la cinta y mi misión sólo
consistía en llevarla a la ciudad de los próximos rivales
del Ceuta. Total, quitando gastos, me quedaba limpio dos mil
quinientos euros.
Qué por qué razón no envío las cintas por alguna agencia.
Muy sencillo este es un negocio muy delicado y hay que
tratarlo como tal, con un enorme sigilo, si se quiere tener
éxito en este delicado negocio. Pues de todos los hombres
del deporte es conocido, por activa y por pasiva, que no hay
un solo equipo en el mundo que tenga cintas de video de cómo
juegan el resto de los equipos a los que se han de enfrentar
y, por supuesto, no hay un sólo entrenador que le hay puesto
a sus jugadores un video de los contrarios. O sea que el
negocio es redondo y ya me he puesto en contacto con el
Madrid, Barcelona, Milan, Manchester y otros que me reservo,
por si quieren tener videos de los equipos contarios. Me voy
a forrar en cuanto se acabe el levante.
Perdone, jefe, eso que está escribiendo no lo publicará
usted. Yo no lo haría, evitando que todos los que lo lean me
llame gilipollas o tonto con balcón a la calle. ¿De verdad
qué, usted, cree qué hay equipos qué le van a comprar
semejante gilipollez?
¿Qué pasa, enano, tú también me vas a quitar el negocio de
mí vida?
Lo siento, jefe, pero le van a llamar gilipollas
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