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Dos meses y medio después de su
salida de Ceuta, los 400 soldados de la guarnición local que
forman la ‘Agrupación Ceuta’ y que están participando en
Kosovo en la misión de paz y humanitaria ‘Operación
Sierra-Kilo KSPAGT XIX’ junto a otro centenar de efectivos
de Artillería Antiaérea madrileños vivirán hoy en primera
línea un acontecimiento histórico sobre que toda Europa y
medio mundo tienen sus ojos puestos: la declaración de
independencia de la región. Les tocará, según las
previsiones de los analistas internacionales, velar porque
este acontecimiento no genere violencia y prevenir daños a
la población de la localidad de Istok y alrededores, donde
tienen su cuartel general las fuerzas ceutíes, que hasta la
fecha ya han demostrado estar tan sobradamente preparadas
como anunció el comandante general de Ceuta, Enrique Vidal
de Loño, antes de su partida para desempeñar una tarea de
crucial importancia. Especialmente para una ciudad con una
vinculación tan estrecha con las Fuerzas Armadas y con el
ámbito castrense como esta debe ser un motivo de
satisfacción saber que son soldados ceutíes los que están
representando a España en un escenario tan complicado, donde
su trabajo les hará pasar a los anales de la historia de la
participación nacional en misiones de este tipo. Pocos días
antes de partir desde Ceuta, el presidente de la Ciudad
Autónoma de Ceuta, Juan Vivas, y representantes de todas las
instituciones y partidos políticos locales participaron en
un acto oficial organizado para despedirles y para que De
Loño les invitase “a poner el nombre de España y de Ceuta en
el lugar que les corresponde”. Tal y como lo han hecho hasta
ahora, los ceutíes deben tener hoy un recuerdo para sus 400
vecinos que se encuentran en los Balcanes para reconocer su
valor y su entrega y para recordarles, como ya hicieron las
autoridades al decirles adiós, que se cuiden mucho porque se
les espera de vuelta a todos para felicitarles por su
trabajo antes de verano y porque muchos lugares del mundo
seguirán requiriendo su presencia para cumplir tan impagable
labor.
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OPINIÓN / EDITORIAL
