Casi una docena de los infantes que forman el grupo de boys-couts
de Ceuta visitaron ayer las instalaciones de la Basílica
Tardorromana de la ciudad. Se trata de la cuarta actividad
al aire libre organizada por la asociación para que los
niños “disfruten, se entretengan y aprendan cosas nuevas”,
comentó el presidente de este grupo, Jesús Martín.
Durante la visita conocieron gran parte de la historia de la
ciudad, escuchando las explicaciones de Gabi. “Hubo una
época en la que las redes de los pescadores se quedaban
pequeñas para dar cabida a la gran cantidad de especies que
habitaba en el mar”, le comentó a los colegiales este
experimentado guía. “Por ello, los antiguos pobladores de la
ciudad de Ceuta tenían que usar algo para conservar el
pescado que no se iban a comer en el mismo día”. Y para ello
“se usaban ánforas de barro, que también se utilizaban para
contener el aceite y el vino”.
La visita fue de lo más nutritiva para los pequeños, cuyas
edades rondan entre los ocho y los 16 años de edad. Durante
una hora escucharon con ojos perplejos un repaso de unos
2000 años sobre la historia de la ciudad caballa, pasando
por la explicación de los orígenes en su enclave y primeros
asentamientos, los rudimentarios instrumentos de silex y
piedras hallados en las numeros sas excavaciones en la urbe
y las distintas civilixzaciones y pueblos que se han
asentado en esta difícil orografía mediterránea.
|