Pregunta.- Sin remontarnos a la prehistoria, pero para
dejar claro cómo empieza este conflicto. ¿Cuándo sellan FSP-UGT
y CCOO su ‘pacto de señores’ para apoyar a la lista más
votada?
Respuesta.- Cuando se inicia el proceso electoral para los
comicios sindicales de la Ciudad. Juan Carlos [Pérez] y yo
nos vimos en el ‘Sindi Bar’ con Toño Campoamor y Gonzalo
Barredo para cerrar distintos aspectos técnicos y acordamos
que quien sacase el mayor número de votos sería apoyado por
el otro.
P.- Ese pacto no es exclusivo de la Ciudad y CCOO argumenta
que se ha roto ya demasiadas veces antes
R.- En primer lugar ese pacto lo sellamos nosotros. Lo que
pase en Justicia yo lo puedo compartir o no, pero estamos
hablando de la Ciudad.
P: Pero después estalla el conflicto por las Mesas
electorales, el segundo argumento de CCOO
R: Campoamor y yo quedamos en que habría las mismas mesas
que siempre, dos: una en el Polifuncional y otra en la
Asamblea. Días después dijo en los medios que CCOO y CSI-CSIF-Sinpobal
sólo querían una y cuando le pregunté por ello me dijo:
‘Hemos cambiado de opinión.
P: UGT dice que defiende que haya dos Mesas para facilitar
el voto a los trabajadores, pero hay quien lo interpreta
como una forma de garantizar su granero de apoyos de
policías y bomberos
R: UGT quiso facilitar que votasen casi la mitad de los
trabajadores de la Ciudad, que lo hacen allí. Habría que
pensar si quien sólo quería una mesa no lo forzó algún
delegado para no evidenciar su fracaso en el Polifuncional.
La única alternativa era mezclar votos, pero me alegro
porque esa posición contribuyó a que hubiese una
participación tan elevada en las elecciones.
P: Llegamos a la campaña, FSP-UGT gana en votos pero empata
en delegados con CCOO y algún delegado suyo casi llega a las
manos con CSI-CSIF-Sinpobal. ¿Realmente se quedaron tan
contentos con el resultado?
R: Los números hablan por sí mismos: sacamos 10 puntos al
segundo en Funcionarios y empatamos en Laborales, donde nos
sacaban una ventaja considerable. A pesar de ello nada más
terminar las elecciones empezamos a oír hablar de pactos
para borrar del mapa a UGT. El propio secretario general de
CSI-CSIF, Antonio Vera, reconoció en este periódico que
negociaba con CCOO y nadie le desmintió.
P: Pero es una negociación sin nada a cambio. CSI-CSIF-Sinpobal
no se ha llevado nada
R: Porque el secretario general de CCOO, Juan Luis Arósegui,
lo prohíbe, como él mismo me ha reconocido a mí, porque no
quería saber nada de CSI-CSIF. Entonces ese pacto tiene que
ser oculto, pero nadie da nada por nada.
P: Lo que sí parece evidente es que Gonzalo Barredo será
presidente de la Junta, hubiese dimitido usted o no
R: Lo será si CSI-CSIF-Sinpobal, la tercera fuerza sindical,
quiere. Si no quiere, no.
P: ¿Cómo se moverá desde ahora UGT en la Junta?
R: Defenderemos lo que hemos ganada en las urnas, ni más ni
menos, con total libertad y mirando siempre por los
intereses de los trabajadores. Si en esa actitud hay
momentos en los que coincidimos con las demás fuerzas
sindicales ahí se nos encontrará. Ahora bien, seremos
escrupulosos con que en los órganos de representación
sindical la presencia de los sindicatos sea acorde con sus
resultados en las urnas.
P: ¿Usted considera legítimo ese pacto o ‘no pacto’?
R: Legítimo en democracia es pactar con quien se quiera,
pero llamaría la atención que el Partido Popular pactase con
la gente de Batasuna, ¿no?.
P: ¿Cuál es la diferencia entre los tres sindicatos?
R: UGT y CCOO son dos sindicatos de clase. Sinpobal sólo hay
que leer sus siglas: policías, bomberos y Administración
local. En la Ciudad hay trabajadores que ni siquiera lo son.
Nuestro concepto de lo que es el sindicalismo es muy
diferente de este tipo de sindicatos amarillos como CSI-CSIF
o el SEPLA.
El papel del Gobierno
P: Se dice que CSI-CSIF es la niña mimada de algunos y
poderosos miembros del Gobierno ceutí. ¿El Ejecutivo ha
jugado algún papel en toda esta crisis?
R: No lo puedo probar, pero sé que el Gobierno no quería a
la UGT al frente de la Junta o del Comité porque sabe que el
único sindicato que no ha dejado de reivindicar derechos
para los trabajadores incluso ante los tribunales hemos sido
nosotros. Es el colectivo de trabajadores el que ha hablado
y el que ha repartido la tarta, pero es preocupante que su
decisión no se haya respetado.
P: Sabiendo que, al final, le quitarían de la Presidencia,
¿no se equivocó al aceptar la elección sin un representante
de CCOO?
R: Si mañana en el Pleno se votan los Presupuestos y a Vivas
le pasa algo no se va a postergar la sesión. Otra cosa es
que, cuando ese representante vuelva, se revise lo que sea.
Yo les dije: sé que tenéis un voto más que nosotros y
convocaré una reunión para que elijáis a quien queráis. El
problema ha sido el orgullo de no pedirme nada, de no
reconocerme.
P: Su dimisión puede tener dos lecturas: la de quienes
elogien su honradez o la de quienes le reprochen que huya
R: Ellos tienen 12 votos y nosotros 11 y el espectáculo que
estábamos dando era lamentable, pero yo creo que tarde o
temprano la UGT recuperará lo que ganó en las urnas. Ese
pacto, porque conozco bien el patio, no durará mucho.
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