La Conferencia Episcopal Española
es una institución permanente integrada por los Obispos de
España, en comunión con el Romano Pontífice, para el
ejercicio conjunto de algunas funciones pastorales del
Episcopado Español por tanto, defiende una serie de
principios y valores presentes en el catolicismo.
Esta institución elaboró legítimamente un comunicado en
relación a los próximos comicios analizando una serie de
cuestiones prioritarias para quienes practican esta creencia
religiosa. Reflexiones profundas respecto a la familia a
través del matrimonio, la defensa de la vida humana en todas
sus etapas, la libertad de la enseñanza, el terrorismo, los
nacionalismos, la inmigración, los problemas de la mujer y
de la vivienda.
Valores que pueden ser compartidos o no pero que, al menos,
merecen ser respetados en una sociedad democrática donde
prevalece el principio que garantiza la libertad ideológica,
religiosa y de culto de los individuos y por supuesto, por
quienes se propugnan como defensores de las libertades
individuales.
Pues bien, los artífices del “talante” han respondido a esta
nota violentamente anunciando la revisión de todos los
acuerdos con la Iglesia Católica rememorando los tiempos más
oscuros de las persecuciones religiosas durante la II
República obviando que, en estos últimos años esta
institución ha perdido un 10% de su poder adquisitivo como
consecuencia de una actualización de la asignación inferior
a la inflación.
No obstante, estos defensores de las libertades, máximos
representantes del “talante”deberían mostrar respeto
democrático por las opiniones legítimas difundidas de
quienes simbolizan los pensamientos de un sector muy amplio
de la sociedad española.
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