Nunca podremos agradecer lo suficiente la ardua labor que el
CENTRO ASESOR DE LA MUJER viene fraguando en nuestra ciudad.
Jamás se hará honor a tan encomiable cometido de esta feliz
iniciativa, hoy día ya consolidada, que presta unos
servicios de incalculable valor social.
Siempre bajo una eficaz e inteligente dirección, no nos cabe
la menor duda respecto a las partes que configuran el
engranaje de esa maquinaria entusiasta, su saber culminar
satisfactoriamente y con el mayor de los éxitos todas y cada
una de las trabas que jornada tras jornada les sale al paso.
Y que decir de ese magnifico y prudente equipo, de diversas
especializaciones que, ante una de las principales lacras
que posee esta sociedad que vivimos, sabe entregarse sin
límites nada más sonar la alarma. Ahí están las estadísticas
y datos que han disparado indicativos apuntando hacia el más
directo de los dramas. Violencia doméstica. ¿Será el efecto
llamada al insistente reclamo publicitario que se realiza en
los medios de comunicación, en respuesta puntual de cada uno
de los asuntos?. ¿Será el resultado final de una innecesaria
apología que del menoscabo se viene haciendo?. Quién sabe.
Soluciones inteligentes
Es de suponer que cada caso tendrá su respuesta y
tratamiento especial. Todo sea por acertar, dar solución
viable a la problemática. Por el bienestar de los
ciudadanos, en el fondo personas humanas que, en un
determinado momento de su larga existencia, hayan podido dar
un “erróneo” paso. Asesorar puede resultar relativamente
trivial. Las consecuencias… irreparables. De ahí que el
objetivo perseguido, un final feliz, pueda obtener una
respuesta totalmente opuesta a la pretendida.
Supongo, y no es mucho suponer, que cuando cualquier
presunta víctima de violencia de género- sea de cultura
media, baja o universitaria – solicita ayuda y consejo
respecto a acciones a seguir, esa maquinaria a la que hemos
hecho alusión con anterioridad procederá al método
científico. Con extrema sensibilidad antes de emitir un
“esto ha usted de hacer”. Se ha de desarrollar un trabajo de
campo – pensamos que así será – empezando mediante una
investigación a fondo para comprobar los hechos. Luego
vendrá, - creemos que ese será el método - , entrevistas
personales con ambos implicados, estudios psicológicos,
intercambio de pareceres,… todo, todo lo posible e imposible
antes de destrozar una unidad familiar. Una oportunidad más,
un regreso al cauce en el que posiblemente han permanecido
algunas décadas.
Complicado panorama en el que se han de posicionar quienes
poseen su sustento en la nómina del C. A. M. Es por ello,
que entre otros aspectos y sentimientos, admiramos una
valentía, no exenta de situaciones violentas, malos tragos y
por encima de todo lo reseñado, plagada de múltiples,
demasiados incrédulos que no llegan a comprender que están
haciendo.
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