Miles de ceutíes se echaron la
calle para participar en la cabalgata de carnaval, y eso que
el mal tiempo reinante no invitaba a estar en calle, más
bien a estar en casita bien abrigado. Lo mismo sucedió con
el entierro de la caballa, con lo que se ponía punto final a
nuestros carnavales, que dicho sea de paso ha aumentado la
calidad de las comparsas y chirigotas en cuanto afinación y
voces se refiere porque las letrillas, sea dicho con todo el
respeto del mundo han estado falta de ese tono irónicos que,
en definitiva, son la esencia del carnaval
El carnaval, les guste a uno o no les guste, se caracteriza
por las críticas a todo aquello que, sea considerado digno
de criticar por parte de las comparsas o chirigotas. Esto,
todo hay que decirlo, desde mi particular punto de vista ha
brillado por su ausencia. Y tenemos el pleno convencimiento
de que hay cosas que criticar y que han estado de actualidad
en nuestra tierra.
Pero no es sólo en Ceuta donde se ha notado la falta de esas
críticas a las que nos estamos refiriendo sino, incluso en
el que es considerado el mejor carnaval de España, el de
Cádiz. Unas simples pinceladas pero sin el atrevimiento de
que se ha venido haciendo gala durante los últimos tiempos.
En fin, doctores tiene los carnavales para haber tomado
estas decisiones de llevar a cabo unas críticas ramplonas y,
en ocasiones, sin gracia alguna. Esperemos que el próximo
año los autores de las letras, de las distintas comparsas y
chirigotas, vuelvan a hacer letrillas con cierto aire de
críticas que son la salsa de los carnavales. Con el entierro
de la caballa, cayeron las distintas caretas de escondían
los auténticos rostros de los participantes en los eventos
carnavalescos. Algunos, como es mi caso, sólo hemos tenido
que quitarnos la gomita y guardarla hasta el próximo año en
que, de nuevo, volveremos a ponérnosla. Todo un detalle de
nuestra parte, por la cantidad de dinero que nos ahorramos
en disfraces.
Otros, no me cabe duda alguna, llevan la misma careta todo
el año, parecen que algo les hule mal y llevan un careto que
repele el verlos. Y algunos, la vedad sea dicha, no hay
forma de que se quiten las caretas tras la cual se ocultan,
porque de quitársela y mostrar su verdadero rostro, a muchos
de este pueblo nuestro les podría dar algo que, incluso,
llegaría a poner en peligro sus vidas.
No se pueden imaginar cómo son esos rostros que se ocultan
detrás de las caretas que llevan colgadas no sólo todo el
año, sino desde hace muchos años y, por supuesto, no tienen
ni el menor pensamiento de quitársela y arrojarla lejos,
porque eso sería su perdición, mostrarse tal y como son en
realidad.
Sin embargo creo, sin temor a equivocarme lo más mínimo, que
todas esas caretas se caerán, dejando al descubierto la
verdad de sus rostros, el día que desde la bocana no hagan
un corte de mangas. Será el día que se larguen con viento
fresco, los bolsillos llenos y habiéndoles tomado el pelo a
todo un pueblo, que solo les conoció, como ellos querían que
les conocieran, con las caretas puestas.
El carnaval seguirá llegando todos los años para deleite de
los pueblos. ¿Cuándo empezaran las caídas de las caretas?
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