A la espera de decidir donde recibirá sepultura, el cuerpo
del joven indio arrollado por un autobús turístico el pasado
5 de febrero se mantiene bajo custodia judicial mientras se
investigan las causas del suceso por parte de las
autoridades.
Por su parte, la Delegación del Gobierno está tratando de
localizar a sus familiares, que supuestamente residen en
Cachemira. Sin embargo, fuentes de la Delegación admiten que
“es algo muy complicado”. En el caso de que se logre
contactar con alguno de estos, el cuerpo del joven sería
repatriado aunque “estamos supeditados a que el Juzgado de
por cerrada la investigación, tras lo que tendremos que
enterrarlo aquí” aseguran desde la Delegación del Gobierno.
En cuanto a los enfrentamientos entre indios y paquistaníen
en el CETI, provocados a raíz de las dudas por la
nacionalidad del fallecido, la Delegación afirma que, en
estos momentos, en las instalaciones reina la “calma total”.
También desvelan que “los cabecillas que participaron en la
pelea han sido identificados y se han tomado medidas”. El
castigo ha consistido en tres días sin poder salir del CETI.
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