Como estoy metido en carnavales,
estoy loco con los carnavales, que me hubiera hecho falta
unos quince días de permiso para poder disfrutar de la
fiesta, esas juergas, esos cachondeos del gallinero, los
locales de ensayo, la pasión del teatro, sacarle 30 puntos
de diferencia al favorito de esos grandes entendidos del
carnaval. Cuantas veces me han criticado en los foros, en
las puertas de casa de mi madre -si tu hijo no entiende de
carnaval como va a ser jurado-.
Nunca me ha gustado tomar copas cuando daba los puntos ni
que me soplaran al oído, para sentir las letras, la música,
la afinación, pero que quede una cosa clara, a mi nunca
nadie me han invitado ni siquiera una fanta limón y mira que
me han visto muchos carnavaleros que han sacado premio,
estando yo de jurado y que te parta un rayo como debe ser.
En un país multicolor nació una abeja bajo el sol y la
pequeña la llamaron Maya…. De todas maneras salvo en
mochila, nadie se va a acordar de mi y para tres que me
digan falangista, de Franco y recordarme una chirigota, como
decia Martinez Ares, nadie se muere por nadie, del año de
Con Uñas y Dientes….
Traigo aquí dos historias de mochilas y fútbol, hace varios
años en Ceuta con esto del Perejil, se cambió el sistema de
uniforme de campaña de muchos soldados, algunos sólo
llevaban una toalla y una cantimplora, y otros la llevaban
con el equipo reglamentario como Dios manda. Una vez
llevando mi hija al colegio, tenemos esa maleta mochila de
carrito, eso que es un trole, vemos pasar a un niño con una
pedazo mochila a cuestas y le digo mira Nati un niño
operativo, mi hija se hartó de reír, y era como un chaval
que iba a clases como una unidad de Alta disponibilidad,
Paracaidista y Aerotransportada. Solo le faltaba el traje de
faena y las botas, la mochila era más grande que el niño y
supongo que para meterse esa tarea en una mañana, entre
pecho y espalda, una de dos o sale majareta , o sale como
Pizarro el de Endesa, para ministro de economía.
En mis tiempos de estudiante, teníamos que volver por la
tarde al colegio, en esa época era dos o tres profesores por
la mañana, dos por la tarde, y salías con un foskitos y un
batido , y vuelta a clase particular, o mecanografía.
Llegabas a casa a las nueve de la noche, la cabeza echaba
mas humos que la de Roberto Carlos en Champions, mi padre me
daba un vaso de kinito, el San Clemente, decía que eso
espabilaba a la gente. No se si hoy día con eso de Internet,
mp3 y la play con los móviles, los maestros le meten estopa
y toda la tralla por la misma mañana, porque me veo un
chaval llegar a la altura de calle Real con una mochila de
por lo menos 15 kilos, seguia un tramo desde los agustinos,
calle Real patio Páramo y Marina, mi viejo maestro Santi
Pecino, cuando íbamos a los juegos escolares en el Angulo,
los campos del Ceutí, volviamos andando por la carretera
nueva con esas bolsas de deporte, repletas de libros y
libretas, el mismo nos decía que como siguiéramos así nos
íbamos a traer cualquier día el sillón de casa. Menos
mochila y más fútbol eran otros tiempos y hoy día los niños
parecen que van a hacer la toma del Perejil.
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