La situación es más complicada de
lo que aparentemente parece, por cuanto una vez llegados a
otros países, depende de con qué leyes se topen para ser
devueltos a su propio país, o para ser retenidos con las
cargas que ello conlleva.
Causa pánico oír que unos 2000 menores de Marruecos están a
la espera de huir del país, y la pregunta que nos hacemos es
¿Si UNICEF sabe eso, también lo tienen que saber las
autoridades del país, o no?. Es posible que lo sepan y es
posible que pongan todo su empeño para que no huyan.
Aquí, se ha dicho, desde hace tiempo, acogemos a todos los
que van llegando y ya es fama, en media Europa, que una vez
llegados a nuestro país todos tienen ganada la primera
partida, aunque sea a costa de que las autoridades, o
ciertas autoridades, que han querido mantener un orden para
favorecer a los propios españoles, o al menos para no
perjudicarlos, se vean sentados en el banquillo de los
tribunales y ya veremos si no dan con sus huesos en la
cárcel, por haber cumplido con lo que consideraban un deber
de su cargo en la delegación del Gobierno.
Es cierto que el hambre rompe con todos los protocolos, pero
para romper esos protocolos ellos deben existir y empieza a
ser más que sospechoso que unos, los que se encuentran con
problemas venidos de fuera, y no buscados desde aquí, tengan
que apechugar con esa carga no buscada por ellos, mientras
que los que crean esos problemas tienen unas sabrosas
cuentas corrientes en bancos de Suiza o en algún otro
paraíso fiscal.
La España del Quijote, creíamos que había quedado atrás en
el siglo XVII, pero han pasado más de tres siglos y todavía
hay quijotes o sanchos que se quieren quijotizar, para que
sean otros los que den la cara, mientras ellos están
azuzando desde la retaguardia.
UNICEF alerta del peligro que corren los menores que
intentan huir a Europa en camiones. Y es cierto que esos
menores corren peligro, pero deberán ser las autoridades de
esos países las que frenen las fugas y no que al llegar a
cualquier punto de Europa, primero el conductor del camión
se vea metido en un “fregao” al aparecer una “carga” que no
va en la hoja de ruta, y luego, tras sufrir el rigor de las
leyes esos camioneros, serán las autoridades las que tengan
que apechugar con los gastos y los problemas añadidos que
aportan estos “recién llegados” por un camino, al margen de
la ley.
Que la infancia en Marruecos está en una situación difícil
es posible que sea cierto, pero tendrán que ser las
autoridades marroquíes quienes den una solución a sus
problemas, puesto que ellos son los que ostentan
legítimamente la dirección del país.
Lo que no parece de recibo es que ciertas ONGs sean las que
quieren solucionar los problemas del mundo, pero desde
fuera, y estando más al lado de los que han infringido unas
normas que al lado de quienes procuran mantener en orden su
territorio.
A todos estos chavales se les conoce, en los informes
mundiales, como los niños de la calle, pero esa situación
viene dada por una falta de atención a la infancia, una
falta de asistencias de todo tipo y un férreo apoyo a sus
creencias, sin ver lo que tienen a su alrededor. Se habla de
una gran bolsa, con miles de menores, deseosos de huir del
país, y esa gran bolsa, por los caminos que sea, va a tener
que ser atendida por Europa. Es una rueda de fugas.
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