Cumplidas el 90% de sus
reivindicaciones políticas (visita Real, visita del
presidente del Gobierno, etcétera), no es de extrañar que a
Juan Luis Aróstegui y al PSPC les vaya la vida en dar aire
de cualquier forma al asunto de la Manzana del Revellín.
Siendo plenamente legítima su recogida de firmas en la calle
y su crítica al traslado del Mercado Central de Abastos a la
obra diseñada por Álvaro Siza, el ex concejal se equivoca de
cabo a rabo utilizando el sindicato de manera artera para
burlar la mayoría que tiene la opinión contraria a la suya
en el Pleno del CES, cuyo debate sobre la propuesta de
dictamen de la Comisión de Economía y Fiscalidad bloqueó
ayer negándose a respaldar su convocatoria de urgencia. Se
trata, en realidad, de una maniobra con la que sólo se
consigue notoriedad pública y ganar tiempo quién sabe para
qué, ahora que el partido extraparlamentario ha decidido,
contra la opinión de todos los concesionarios, que la mejor
alternativa para el Mercado Central de Abastos es invertir
de nuevo en el viejo inmueble del Foso de la Almina para
remozarlo a sus setenta años. Curiosamente, además,
Comisiones Obreras sabotea así una propuesta de dictamen que
no es precisamente un salvoconducto para que la Ciudad obre
a sus anchas con este asunto, pues ni se limita a valorar la
oportunidad de alquilar una parte de la Manzana para ese fin
ni dice amén a los planes que hasta la fecha ha dejado
entrever el Gobierno de la Ciudad para ese inmueble. Al
contrario, el CES dejaba claro en sus conclusiones y
recomendaciones que la Manzana no le parece el lugar idóneo
para el Mercado Central y rechazaba de plano un alquiler
como el expuesto por Márquez en su presentación del
expediente elaborado al respecto: a 30 años, con una
revalorización anual del 2,5% y sin opción de compra. Sólo
siete días después de criticar amargamente en nota de prensa
que por primera vez en la historia el CES iba a aprobar un
dictamen sin consenso, CCOO bloqueó ayer dicha posibilidad
por el mero hecho de que sabía que su no a todo iba a salir
derrotada, y esa actitud no es precisamente juego limpio.
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