En los últimos tiempos se han producido multitud de
denuncias por ataques de perros, que han llegado a originar
alarma social. Es un tema controvertido que no pone de
acuerdo a propietarios, adiestradores y expertos en
comportamiento animal. Hoy traemos a estas páginas este
artículo de carácter innovador, que despejará muchas dudas y
falsas creencias acerca de la conducta canina.
Ante todo, hay que poner en conocimiento de los lectores,
que este artículo no pretende crear una doctrina, sino que
simplemente se trata de profundizar en las causas de este
tipo de agresiones, y explicar una serie de estrategias, que
pueden sernos muy útiles para defendernos.
El mejor amigo del hombre
El perro tiene más cualidades naturales y está más
capacitado para defenderse que el hombre. Desde los inicios
de la civilización, los canes han sido domesticados y
entrenados para la protección y el ataque. Los jeroglíficos
egipcios han dejado constancia de la importancia de este
animal en su cultura. Los mosaicos encontrados en Pompeya,
con la inscripción “Cave canem” (cuidado con el perro),
también constatan la utilización de los canes para la
protección de bienes inmuebles en la antigua Roma. En el
ámbito militar, también hay constancia histórica: en el
siglo XV, el rey francés Francisco I, lanzó quinientos dogos
contra las tropas de Carlos V; en la segunda guerra mundial,
los soviéticos usaron perros con minas atadas al lomo para
tratar de destruir los tanques alemanes; El propio Hitler,
utilizó dobermans como animal de ataque y defensa,
circunstancia que forma parte de la leyenda negra
(injustificada), de esta raza. La 52 compañía de
paracaidistas de la Legión Extranjera francesa, cuenta con
catorce perros que desempeñan labores de protección de
perímetros militares, vigilancia de prisioneros, búsqueda de
minas y ataque al enemigo, cuando los soldados se ven
inmersos en la lucha cuerpo a cuerpo. En la actualidad el
perro esta instaurado en nuestra sociedad, siendo
tremendamente útil. Como perros policía, para invidentes,
discapacitados, sordos, perros de terapia, etc.
Agresiones imprevistas
Las estadísticas nos demuestran que la mayoría de las
agresiones caninas se producen con perros conocidos -el
perro del vecino, amigo o familiar cercano-, lo que nos
lleva a pensar que nos acercamos a perros que en realidad no
conocemos lo suficiente, y a menudo, tampoco sus
propietarios los conocen. Antes de entrar en materia, es
importante destacar que no todas las agresiones son iguales,
ni se producen por los mismos hechos o las mismas razones.
Hoy día se conoce mucho más del carácter del perro, de su
forma de comportarse, así como de los motivos que le llevan
a morder a las personas. A continuación explicaremos los
diferentes tipos de agresiones, y las circunstancias que las
motivan, comenzando por la defensa personal pasiva, para
posteriormente hablar de la defensa personal activa:
• Agresión competitiva: Se caracteriza por ser jerárquica.
El perro, al igual que el lobo, necesita saber quién es su
líder, y no va a dejar que una persona le dé ordenes, si no
considera que es su superior.(Alfa) Por lo tanto, no daremos
órdenes a un perro que no conozcamos bien, y tampoco le
tocaremos, sobre todo si está durmiendo, comiendo o tiene
algún juguete en la boca.
• Agresión territorial: Siguiendo con la conducta del lobo,
el perro demarca también su territorio, de forma que lo que
para nosotros puede ser lo más natural, para nuestro amigo
se trata de una invasión en toda regla, por lo que tendremos
especial cuidado al entrar en una casa, una finca, chalet,
etc. No debemos hacerlo a no ser que el perro esté
controlado por su propietario. Nos desplazaremos con calma,
nunca corriendo o con nerviosismo, y evitaremos mirar al
perro fijamente a los ojos, porque este comportamiento ante
un perro dominante, es una provocación (comunicación
agónistica).
• Agresión redirigida: Este tipo de agresiones suelen
producirse cuando vamos a separar al perro que se está
peleando con otro perro o atacando a otra persona, y con la
tensión del momento, nos muerde de forma instintiva. Siempre
que se dé una de estas situaciones, trataremos de separar a
los perros verbalmente, y si no diera resultado, cada
propietario cogerá a su perro por la cola, con precaución y
sin brusquedades, pero con la suficiente fuerza para que se
separen.
• Agresión por miedo: Es la que se produce ante un estimulo
o cuando el perro siente dolor, bien sea por una causa
orgánica o por una agresión externa. Este tipo de
agresividad es la que más problemas nos va a ocasionar ya
que si no conocemos al perro difícilmente sabremos que tipo
de estímulos provocan dicha reacción.
Podríamos hablar de razas, pero lo único que haríamos es
alimentar las controversias que existen entre los amantes y
detractores de determinadas tipologías. Pero de lo que si
tendríamos que hablar es de los distintos tipos de mordida
que se pueden producir.
La mordida
Hay tres tipos de mordida:
• De defensa (cortas y secas): Es la más común y la realizan
la mayoría de los perros. Se caracterizan porque son muy
rápidas, y lo mejor que podemos hacer es quedarnos quietos,
ya que prácticamente no dará tiempo a más.
• De presa (largas y sin comunicación agonistica): Es la que
utilizan los perros de presa. Al igual que la mordida de
defensa, lo mejor que podemos hacer es quedarnos quietos,
para que una vez saciado su instinto, y pensando que la
pieza está muerta, acabe por soltar. Sin esto no ocurre,
aplicaremos un atémi o golpe a zonas sensibles, como la
trufa, las costillas o los ojos.
• De caza (a plena mandíbula y lúdica): Este tipo de mordida
la realizan los perros que han sido instruidos en defensa.
Aquí la única vía que tenemos, es aplicar un atemi muy
contundente, ya que de no ser así, incentivaríamos al perro
y aumentaría su agresividad.
La distancia
Al igual que para la mayoría de artes marciales, la
distancia es primordial para el combate, en la defensa
personal contra perros, ésta tiene un valor añadido, pues en
el perro existe una distancia crítica que en la mayoría de
los casos, si no se traspasa, el perro no nos atacará. Pero,
¿Cómo podemos saber cuál es su distancia? Su lenguaje
corporal nos lo va a mostrar. Es importante destacar, que
ante un ataque inminente, no solo no atravesaremos su
distancia crítica, sino que a ser posible, dejaremos una vía
de salida para el perro, puesto que en la mayoría de las
veces (siempre que no sea un perro de carácter fuerte) si el
perro encuentra una salida, procederá a irse.
Lenguaje corporal
Tanto si la agresión se va a producir por un perro
dominante, o por un perro con miedo, el animal sufre una
serie de cambios corporales antes de morder. El perro
dominante echa las orejas hacia delante, la cola hacia
arriba, las pupilas se le dilatan, los belfos hacia arriba,
enseñando los caninos, y emite gruñidos.
En el perro con miedo, los cambios corporales son distintos:
orejas hacia atrás, el pelo del lomo en erección, el rabo
entre las patas, gran tensión corporal, y al igual que el
perro dominante, las pupilas dilatadas, los belfos hacia
arriba mostrando los caninos, y emisión de gruñidos. En esta
situación de amenaza, podemos optar por una defensa personal
pasiva o activa. En una defensa personal pasiva, evitaremos
mirar fijamente a los ojos, procuraremos no correr, no
gritar, no hacer movimientos bruscos, y trataremos salir de
la distancia crítica, dejándole salir, echándonos a un lado
con precaución.
Si por el contrario el perro ya se ha lanzado al ataque
trataremos de pararle mediante un atemi con el pie a las
costillas procurando vaciarle el aire, en la mayoría de los
casos será suficiente para que deponga su actitud.
Objetos cotidianos de defensa
Partiendo de la base de que nadie está preparado para un
ataque de este tipo, y que el perro esta más cualificado
para esta labor. Hay artículos cotidianos que solemos llevar
encima, y que podemos utilizar para defendernos de un ataque
canino.
Un periódico o revista enrollada nos puede servir para
golpear al perro, e incluso utilizarlo como manga protectora
enrollándolo en el brazo para que nos quite una parte
sustancial de la mordida. El paraguas es una magnífica
herramienta, que nos puede servir, además de para golpear
con el, para impresionar al perro, en el momento de abrirlo.
Un bolígrafo nos servirá también para golpear y presionar
determinados puntos débiles.(Ojos, trufa, interior de las
orejas, etc). Un chorro de colonia o laca vertida en los
ojos del perro, frenará el ataque.
También podemos utilizar el bolso o bolsa, ofreciéndoselos
para que la mordida recaiga sobre ellos, ya que muchos
perros muerden lo primero que se les ofrece.
Defensa activa
Si vemos al perro venir por nosotros para mordernos, podemos
intentar frenarlo con una patada frontal ascendente a las
costillas flotantes, o una patada descendente con la planta
del pie a la trufa u hocico. Es mejor no correr si no
tenemos un lugar cercano en el que subirnos o protegernos,
ya que cualquier perro corre más que una persona. Si el
perro nos muerde el brazo, tenemos varias opciones: patadas
como en el caso anterior, atemi con la otra mano a la trufa
y atemi a los ojos.
Tanto si estamos en un recinto cerrado o en la calle, un
método muy efectivo de que nos suelte la mordida, es
pillarle contra una puerta, arrastrándolo si es preciso
hacia la misma, ya que con muy poca fuerza, realizaremos una
gran presión sobre el perro, sobre las costillas, cuello,
patas o rabo. Incluso nos servirá para inmovilizarlo hasta
que alguien nos preste ayuda. Es efectivo también, realizar
una estrangulación, para causarle la asfixia; aunque decir
que si nos decidimos por esta técnica tenemos que actuar con
todas las consecuencias ya que el perro no reacciona como
las personas, ya que no abandonará, todo lo contrario,
peleará hasta que no pueda más.
Otro método es la rotura de una articulación por luxación de
la misma, pero recordando que si lo hacemos, vamos a por
todas y obrando en consecuencia.
Hay que puntualizar que este tipo de defensa (defensa
activa), la realizaremos ante un ataque real y cuando
nuestra vida o la de terceros corre peligro, ya que nuestro
propósito no es dañar a los animales. Hay también que
destacar, que para la realización de este artículo no se ha
utilizado ningún perro, sino que hemos recogido las
experiencias profesionales: etólogos, entrenadores caninos y
veterinarios, que al mismo tiempo son practicantes de artes
marciales, así como de expertos en defensa personal.
Recuerda: (resumen práctico)
• Si un perro te persigue, y no puedes huir o esconderte,
espérale en posición de guardia.
• Para separar a dos perros que se pelean, tirar del rabo,
fuerte y sin tirones bruscos.
• Utiliza el periódico o una cazadora como manga protectora
para protegerte el brazo.
• Utiliza el paraguas u objetos similares para sorprender y
golpear.
• Ofrécele un objeto consistente para que lo muerda.
• Usa la colonia o laca para derramar en sus ojos.
• Golpéale en el hocico o trufa y ojos.
• No molestaremos a ninguna hembra cuando este amamantando
la prole.
• Si utilizamos una técnica concluyente, ya sea
estrangulación o luxación, “recuerde” el perro no abandona
como lo haría una persona el sentir el dolor, todo lo
contrario se activaría su instinto de supervivencia y
tendríamos que seguir hasta el desvanecimiento del animal.
• No trates de abrirle la boca con las manos ya que te será
imposible, el perro ejerce una presión de mordida de unos 35
a 40 kilos por centímetro cuadrado.
• El ataque a los ojos esta demostrado que ejerce gran
efecto sobre el animal, ya que incluso estando anestesiado,
si se les presionan sube el ritmo cardiaco por el dolor.
• Si tenemos un forcejeo con el perro hay que procurar estar
lo más pegado posible al animal, rodamos con el hasta que
logremos inmovilizarle.
• A titulo anecdótico si nos encontramos en una situación en
que el perro nos persigue trataremos de correr en dirección
al viento para que le sea mas difícil dar con nosotros,
recuerda nuestro amigo está dotado de una prodigiosa nariz.
Vocabulario
• Comunicación Agnóstica - Denominado como el conjunto de
cambios que experimenta el perro sobre todo cuando va
efectuar un ataque.
• Lúdica - es un tipo de mordida aprendida por el perro y
que se la ha enseñado el hombre.
• Trufa - nariz del perro.
• Alfa - En las manadas de lobos es el macho dominante
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