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La mañana del domingo no se
presenta adecuada para salir con los niños a disfrutar de
los últimos retazos de las fiestas carnavalescas de la
ciudad, pero como nadie puede convencer a un niño de cuatro
años de que el levante está de un humor de perros y sopla
con tanta fuerza que marea… pues tenemos que apechugar con
el mal día y cumplir la palabra dada a los niños.
No pude convencer a mi hijo pequeño y junto con otra
familia, nos largamos a la explanada de la Marina con la
esperanza de que el levante haga una pausa y nos deje
disfrutar de la mañana dominguera. Ni por esas, sopló con
más fuerza que nunca y ello redundó en la escasa asistencia
de ceutíes a los actos de la “paellá”, pero como el chico es
tan tozudo seguimos allí.
Por una vez, y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo
con Mariano Rajoy en algunos puntos de sus intenciones. Pero
ello no significa que le de crédito, como se lo dan algunos,
para que sea el futuro Presidente del Gobierno español, que
quede claro.
Estoy de acuerdo en que hay que poner orden en la
inmigración, sobretodo en nuestra ciudad por el riesgo de la
cercanía, pero no a través de un contrato como especifica
Rajoy, sino en el cumplimiento de los requisitos exigibles
por ley.
Estoy de acuerdo en expulsar automáticamente del país a
aquellos inmigrantes, con o sin papeles, que delinquen y/o
cometan actos delictivos aunque sean de menor entidad. Para
eso está le ley.
Estoy de acuerdo en que no se puede permitir en nuestro país
que los inmigrantes se traigan sus costumbres, usos y leyes
y hagan lo que hacen en sus respectivos países como, el uso
del velo, las ablaciones de clítoris, las imposiciones de
temas religiosos en nuestra sociedad laica, etc. Tenemos
nuestra propia ley.
Estoy de acuerdo en que los inmigrantes que vengan a nuestro
país tengan los mismos derechos y oportunidades que los
españoles y con eso también los mismos deberes y
obligaciones sin ningún pero en contra. Así lo exige nuestra
ley.
Estoy de acuerdo en que se haga la prueba del ADN para
comprobar que efectivamente es un familiar cuando los
inmigrantes soliciten el agrupamiento familiar. No vamos a
estar haciendo el tonto si un inmigrante marroquí, por
ejemplo, nos dice que tal o cual sujeto es un familiar y
luego resulta que es un argelino.
Pero en lo que no estoy de acuerdo con Mariano Rajoy es en
echarle las culpas a los demás partidos, como si el suyo
fuera el único mejor preparado, en el tema de la
inmigración. El autobombo al que está acostumbrado el líder
del PP se volverá poco a poco en su contra cuando se vena
los numerosos plumeros que ahora asoman las puntas por la
faldriquera.
No estoy de acuerdo con Rajoy en su afirmación de que la
regularización del Gobierno haya tenido un efecto llamada
porque no ha existido tal efecto llamada. La llegada de
inmigrantes ha seguido la misma pauta que cuando los del PP
gobernaban. Entonces no se prestó demasiada atención a la
llegada de inmigrantes y ello fue óbice para que España
tuviera más de 700.000 habitantes ilegales. ¿Por qué no
hicieron los del PP algo al respecto? Eso de cargar el
muerto a los demás políticos está a la orden del día en los
programas de los conservadores, naturales herederos de
hechos, maneras y costumbres del franquismo.
Mucho están criticando a España de la entrada de inmigrantes
y poco hacen por evitar la entrada de los “otros”
inmigrantes: los europeos del este y los no europeos de más
del este que entran por las miles de puertas abiertas en los
países comunitarios cercanos al Este. No me negarán que la
entrada de habitantes de países no comunitarios ha sido
atosigante y lo que es peor que casi todos los de esos
países ha cometido, comenten y cometerán delitos graves y
que de verdad causan auténtica alarma social, como por
ejemplo los asaltos a viviendas unifamiliares con lesiones
graves a sus ocupantes, los tiros que se pegan por ahí como
si el suelo español fuera una sucursal del oeste americano,
etc.
Que conste que en la UE tienen más experiencia que nosotros
con los efectos migratorios y sin embargo lo están haciendo
peores que nosotros, ¿está claro?
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OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM
