Así parece que hay quienes tiene
al director deportivo de la AD Ceuta, por sus
manifestaciones del pasado domingo.
Que fuera el momento más idóneo o no, es cuestión de quien
lo interprete, pero que puso en el disparadero a la
directiva es un hecho tan palmario que, a la pocas horas, ya
había aquí un nuevo entrenador.
Particularmente creo que el problema con José Enrique Díaz
no ha estado en estas manifestaciones, sino en haberle hecho
ver, en su día, que era el director deportivo, con todas las
de la ley, y luego, al venir mal dadas y echar al anterior
entrenador, exigirle que se sentara en el banquillo.
Si los resultados hubieran sido siempre buenos, ante la
galería y ante toda la afición, la directiva se habría
podido lucir, pero cuando las cosas vinieron mal dadas, a
algún directivo de peso, con influencias federativas, la
tensión le pudo y el técnico Diego Quintero fue a la calle.
Y debo repetir, lo he dicho en RNE y lo he escrito y lo
vuelvo a escribir aquí, que el presidente no era partidario,
o al menos de él no salió, que se echara al “Coco” Quintero,
pero hechos precedentes hicieron que el directivo que “pesa”
ahí tirara por el camino del medio y así es como han salido
las cosas.
Ahora mismo, un resultado favorable ante el Baza, con algún
tropezón de los que le preceden, traería las aguas a su
regadera otra vez, pero un resultado que no sea una
victoria, pondría la situación al “rojo vivo” y el divorcio
entre directiva y director deportivo estaría cantado.
En la afición, en la poca que hay, la llegada de Benigno
Sánchez ha caído por sorpresa, especialmente porque que a
estas alturas sea el tercer técnico que se sienta en el
banquillo es duro y no dice nada a favor de quienes han dado
el visto bueno a los fichajes.
En estos momentos el equipo está en una zona que, para nada,
es complicada y lo único que ocurre es que se habló tanto de
un super equipo, que verlo ahora en el octavo puesto empieza
a oler a fracaso y más, teniendo en cuenta que, este año se
han gastado dinero para no ser equipo del medio de la tabla.
En la directiva, con las mejores intenciones, alguien ha
pensado que, lo del terreno de juego era similar a las
relaciones públicas y, por desgracia, desde que empieza a
rodar el balón, las Matemáticas o la Física quedan
desplazadas ante el capricho de una falta bien o mal tirada,
un resbalón a destiempo, un balón al poste o “una cantada”
del defensa central o del de la parte derecha.
Todo eso no se programa y lo que se ha visto en la pizarra
del vestuario queda totalmente desfasado con un paso en
falso de un jugador tuyo, o con dos metros a la izquierda o
a la derecha de un jugador contrario. Esto es el abc del
deporte del balón, por mucho que se quiera programar todo,
con entradas gratuitas desde cualquier medio de difusión,
por ejemplo.
A la hora que estoy escribiendo hay un levante fuerte en el
estrecho, espero no tener que ir el lunes por la noche a
Alfonso Murube como ante el Algeciras, pero sea el lunes o
el domingo “a las cinco de la tarde”, lo que hace falta es
ganar al Baza, porque de lo contrario volveríamos a lo del
año pasado o a lo de hace dos años.
Quienes creían que llevar un equipo en categoría nacional
era fácil se están dando cuenta de que no es lo mismo
predicar que dar trigo.
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