Hoy domingo, con la ‘paellá’ y el
tradicional ‘entierro de la Caballa’ se pone punto y final a
las fiestas carnestolendas que este año ha celebrado el 25
aniversario de la nueva época.
La fiesta popular que significa el Carnaval se han vivido
relajadas y en esta ocasión nadie ha levantado la voz por
recibir críticas más o menos airadas en el uso de la
libertad e ironía [con mas o menos gusto] que se le
confieren a las agrupaciones carnavalescas. Eso sí, nadie
puede decir que el que no haya querido decir lo suyo, no lo
haya dicho. Ha habido críticas aunque salerosas y se ha
contado con un elenco magnífico de ceutíes capaces de echar
‘p’alante’ y montar con esmero, trabajo y dedicación
comparsas, chirigotas y hasta coro [magnífico]. Se agradece
el trabajo de las agrupaciones, las consolidadas y las
novatas. Como también es digno de mencionar el regreso de
los viejos rockeros carnavaleros que han sabido dejar
muestra de talento y de contar con muchas tablas. Haría
falta que regresaran muchos más y que participasen desde la
calle o desde un escenario. Sería la mejor manera de mostrar
y expresar el compromiso que afirman tener con el Carnaval
de Ceuta. Un Carnaval que se defiende desde la participación
activa, como así han hecho todos los grupos de calle que han
tomado parte de la tradicional Cabalgata, con especial
mención a los archiconocidos ‘Popi’ que un año más han
mostrado con ingenio y buen saber la capacidad de
trasladarnos a un crucero muy especial.
El año que viene más y mejor, que ahora hay que ir dando
paso a la Cuaresma cargada de tradiciones, y las Hermandades
y Cofradías ya están acicalando sus enseres porque la Semana
Santa de este año cuenta con la carga de responsabilidad que
le confiere el hecho de ser sede del Encuentro Nacional de
Hermandades y Cofradías en el próximo mes de septiembre.
Empieza a oler a incienso y ya se oye el suave racheo de los
pies de costaleros con las andas a cuestas por los últimos
ensayos.
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