La Comisión creada por el Gobierno
de Ceuta, coordinada por el consejero de Presidencia, Pedro
Gordillo y en la que eestán representados los consejeros de
Hacienda, Economía y de Fomento, además de los directores
gerentes de las sociedades municipales, Procesa y Acemsa,
más la presencia del director de la Oficina Técnica de Obras
del Príncipe, Miguel Arnáiz, navega con viento firme y a
velocidad de crucero.
El objetivo del gobierno de Ceuta, cumpliendo con la promesa
electoral, es cambiar radicalmente el barrio del Príncipe
para incorporarlo a la calidad de servicio del resto de
barriadas ceutíes y, sobre todo, abrirla a la ciudad
dotándola de las infraestructuras necesarias [viales de
comunicación rápida y de circunvalación] que acerque a los
barrios al entronque de la ciudad.
Nada menos que 38’5 millones de euros para darle la vuelta
como si a un calcetín se tratara al barrio que más retrasado
se encuentra en relación a los del resto de la ciudad. La
permanente falta de interés histórico en esta zona de Ceuta
que han protagonizado cuantos gobiernos locales han pasado
desde la década de los 80 por la Casa Consistorial, ha
llegado a convertir a este lugar en un absoluto caos
urbanístico donde el aporte de servicios básicos en estos
momentos se vuelve absolutamente complicado.
Ahora, por fin, se coge el ‘toro por los cuernos’ para
acometer las reformas que, al menos, hace una década se
tenían que haber realizado. Hacía falta la voluntad política
de la que hoy hace gala el Ejecutivo local.
Obras licitadas y a punto de ser ejecutadas, en vías de
licitación o bien ya proyectadas, conforman un todo
denominado Plan Especial para el Príncipe que debe llevar a
la reforma global de estas dos barriadas [Príncipe Alfonso y
Príncipe Felipe] como para que converjan necesariamente con
las restantes zonas de barrio de la ciudad y se disfrute de
la misma calidad de vida.
|