Jornada de disfraces entre los más pequeños, que lucieron
sus tipos en los colegios o asociaciones durante todo el
día. La imaginación y el colorido corrió por la sangre de
los niños y, también, por la de sus madres, “algunas de
ellas han dormido menos de lo habitual esta semana
confeccionando los trajes”, comenta ba África, profesora del
Príncipe Felipe. Mare Nostrum, con su directora Ana Beltrána
a la cabeza, fue otro de los colegios más implicados y
siguen demostrando un camino infinito de fantasía cuando de
celebrar algo se trata. Cada uno de los seis cursos se
disfrazó simulando un país o rasgos identitarios. Así, los
niños, se divierten y aprenden a la vez. Se pudieron ver
mexicanos, jerezanos, europeos o budistas.
En el colegio Príncipe Felipe, cada curso se disfrazó de un
cuento infantil y tras el pasacalles, interpretaron unas
letras chirigoteras a los profesores mas ‘jartibles’.
En Santiago Apóstol, los miembros de la Federación
Provincial de Asociaciones Vecinales celebraron la
tradicional fiesta de disfraces, con una participación que
superó las previsiones. En categoría benjamín (hasta cinco
años), el primer premio fue para Aldara Sempere (un año),
disfrazada de conejito del cuento ‘Alicia en el país de las
marivillas’; segunda, Aroa Buitrago (5 años), disfrazada de
fallera; tercero, Sergio Camaño Sánchez (4 meses), vestido
de elefante. En categoría alevín, (6 a 9 años), Vicente
Vallejo (8 años) fue el ganador, disfrazado de payaso;
segunda fue Elena Sánchez (7 años), vestida de mariposa; y
tercero, Ainhoa Hamadi (7 años), vestida de bruja. En
infantil (10-13 años), primer premio para Macarena Heredia
(10 años), vestida de gata; segunda fue Gema del Moral (10
años), de brasileña; y tercera, Isabel Vallejo Mare (12
años), disfrazada de escuela de samba. El premio especial
fue para Adriana Garrucho Oliver, de 14 días, que fue con el
mismo disfraz que su madre, de bufón.
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