No es ninguna novedad que mediante el deporte se pueden
trabajar aspectos muy importantes para la formación integral
de los niños. Pero, ¿somos realmente conscientes de las
posibilidades socioeducativas que ofrece el deporte en la
educación de los más pequeños? ¿Las estamos aprovechando
bien?
A la hora de desarrollar cualquier proyecto deportivo el
equipo de maestros del Colegio San Daniel en general y, en
concreto, los responsables de esta materia, van siempre
mucho más allá de las nociones exclusivamente técnicas o
tácticas. En este centro siempre se tiene en cuenta el
aprendizaje de valores tan importantes como el trabajo en
equipo, la igualdad, el respeto a los demás, la
deportividad, el compañerismo, así como hábitos saludables
(comidas, higiene), además del adiestramiento físico.
Otro tema importante en el trabajo de formación infantil a
través del deporte es la motivación. Se trata de buscar
recursos para mantener en los niños despiertas las ganas y
la ilusión por la práctica deportiva. Generalmente, la
motivación va ligada al rendimiento final.
Un ejemplo de motivación y formación en valores, lo está
dando David Mena, profesor de Primaria del Colegio San
Daniel y entrenador del único equipo de fútbol sala que
representa al centro. Un grupo de nueve niños y niñas, todos
alumnos suyos, que quieren ser futbolistas, admiran a
Ronaldinho y Casillas y juegan en la categoría más joven de
la liguilla escolar: prebenjamín (6 y 7 años).
“Aquí no sólo se aprende a jugar al fútbol”, explica Mena.
El joven entrenador, al que ayuda su padre, Juan Carlos Mena,
exfutbolista de equipos como el Ceuta y el Sevilla, enseña
en sus sesiones desde cómo se colocan bien unas espinilleras
hasta cómo hay que comportarse en una cancha, o las reglas
del juego “que a muchos entrenadores se les olvida porque
como son pequeños, pues se quedan con las más básicas y le
dejan esa labor a los árbitros en los partidos”.
Además, los niños de este equipo están habituados a un
“protocolo de funcionamiento”, en entrenamientos y partidos,
que es tan importante como marcar goles. Un ejemplo de las
rutinas que tienen estos pequeños futbolistas es que llevan
la ropa y zapatillas del entrenamiento en una mochila a
parte, y saben que cuando lo terminan se tienen que cambiar
y abrigar, no pueden irse a casa con la camiseta sudada; o
desabrochar las espinilleras antes del partido y después del
mismo para no comprimir la musculatura... “Todos estos
aspectos, además de enseñarles hábitos saludables, ayudan a
hacer equipo y además lo hacen grande. Aunque sean pequeños
ellos lo captan todo a la primera, no hace falta repetirselo
más veces, y si se le olvida a alguno ya se encargarán los
demás de recordárselo. Así se vuelven autosuficientes
también”, explica su entrenador.
La formación en valores tampoco pasa desapercibida para
David Mena y su padre. Trabajan la coeducación, de hecho es
un equipo de fútbol sala mixto capitaneado por una niña,
Lucía Roviralta, que aunque entró en el equipo por sus dotes
futbolísticos, es “muy madura y sabe estar y dirigir a sus
compañeros en la cancha”, dice David Mena. “Aquí somos todos
iguales, rubios, morenos, chicas y chicos. Además tratamos
que todos jueguen más o menos los mismos minutos, aunque
ello pueda inflluir en el resultado final, son niños muy
pequeños y hay que cuidar mucho esos detalles”, continúa. La
deportividad, el saber perder, y saber ganar “que es más
difícil”, son muchas pequeños detalles que al final el niño
va a ir incluyendo en su bagaje personal y le reportará
beneficios el día de mañana.
Pero si de algo está orgulloso Mena es de tener un grupo
unido y motivado en el que “van juntos a todas partes”.
“Habrá equipos mejores o peores pero seguro que no hay
equipos más motivados”. El joven, junto con su padre realiza
actividades de motivación con los niños a diario. A parte,
cena de inicio de temporada, de Navidad, meriendas... En
definitiva se trata de hacer sentirse como las estrellas más
grandes a los más pequeños de la liga de fútbol sala.
La directora del centro, María C. Rejano, está “muy
satisfecha” con la filosofía de formación integral que se
aplica en las actividades deportivas.
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Un día cómo las estrellas: convocatoria,
comida y concentración en un hotel
Un ejemplo de las actividades de
motivación que David y Juan Carlos Mena tendrá lugar el
próximo domingo, que los niños se enfrentarán al lider de su
categoría. Los entrenadores los han convocado a las 12:30
horas en su colegio, donde los recogerá un microbus que los
llevará a comer al restaurante ‘El Varadero’. Después del
almuerzo los pequeños futbolistas darán un paseo por la
Marina y a continuación se concentrarán en el Parador Hotel
La Muralla, “como el Real Madrid y como el Ceuta que lo hace
en el Tryp” dice uno de los niños. La idea surge de David
Mena, consciente que por la hora del partido tienen que
comer muy pronto, y al ser domingo, “pues no les fastidian
la comida a sus padres y seguimos haciendo labor de equipo y
motivación”.
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