El cadáver del joven inmigrante que el pasado martes fue
arrollado por un autobús turístico permanece en la sala de
autopsias del Tanatorio, a la espera de decidir donde
recibirá sepultura. La identidad del inmigrante pudo ser
verificada gracias al archivo de huellas digitales de que
dispone la Jefatura Superior de Policía Nacional. Así se
pudo extraer que el fallecido tenía 28 años, procedía de la
región de Cachemira, entre La India y Paquistán, y se
encontraba en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes
(CETI).
Ahora, fuentes de la Delegación del Gobierno aseguraron ayer
que se tratará en los próximos días de ponerse en contacto
con los familiares del inmigrante para darles la noticia y
decidir qué hacer con el cuerpo, aunque éstos permanecen en
Cachemira. Si las autoridades consiguen encontrar a la
familia, es probable que el cadáver sea repatriado a la
región asiática. Si no, tendrá que ser enterrado en el
cementerio musulmán de la ciudad, Sidi Embarek. Por ello, la
Delegación del Gobierno aún no ha tomado una decisión clara,
por lo que habrá que esperar a los próximos días para ver
como se desarrollan los acontecimientos.
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