Decía Sir Wiston Churchil, el gran
político inglés, que para gobernar había que respetar a los
tres más importantes poderes, el ejercito, la banca y la
iglesia. Pues, según él, ir contra algunos de estos poderes
era crearse un peligro innecesario del que, en la mayoría de
los casos, se salía derrotado. Si eso decía este gran
político inglés, sus razones tendría para decirlo no en vano
ha sido uno de los políticos que han marcado una época de la
historia no sólo en Inglaterra sino en el mundo entero, por
lo que su capacidad política es conocida y respetada a nivel
mundial. Y es que, según dicen los entendidos en la materia,
de Inglaterra nacen los más grandes políticos.
Si dejamos a Churchil con sus frases y nos vamos a leer el
Quijote, existe un pasaje del mismo en el que don Quijote le
dice a Sancho; “con la iglesia nos hemos topado”.
Anunciándole, de esta manera, a su fiel escudero los
peligros a los que se exponían enfrentándose a la iglesia.
No entramos ni salimos en los enfrentamientos que cada uno
quiera tener con la iglesia y más cuando según dice los
entendidos que vivimos en un país laico y, cada quisqui,
debe respetar la creencias religiosas de cada uno e incluso
comprender y aceptar a todos aquellos que carezcan de
creencias religiosas.
Teniendo en cuenta todo esto de la laicidad de nuestro país
y que vivimos en un estado de derecho la iglesia puede dar
su opinión, ante determinados asuntos, que crean puede
afectar a los intereses de sus seguidores.
Qué en esas opiniones vertidas, algunos crean que no llevan
razón y que deberían abstenerse de hacer esas opiniones,
comentarios o indicar a sus fieles qué es lo que deben hacer
en defensa de los derechos que les marca sus religión, eso
es harina de otro costal. Porque los que no están de acuerdo
con las decisiones tomadas por la iglesia, también están en
su perfecto derecho de opinar lo contrario.
Pero una cosa es opinar lo contrario de lo que otros opinan,
por no estar de acuerdo con ello, y otra cosa diferente es
declararle una guerra abierta a quienes no opinan como
nosotros. Todos por los derechos que nos otorga el vivir en
un país libre y democrático, podemos libremente mostrar o
dar nuestra opinión. Entre otras cosas, porque todas las
opiniones son igualmente de respetables.
Quiénes llevan la razón en estas opiniones diferentes, la
iglesia o el gobierno. Unos creerán que los lleva la iglesia
y otros que las lleva el gobierno. Cada uno puede pensar,
sobre el asunto de las diferencias de opiniones, lo que
mejor le venga en ganas. Y, por supuesto, habrá opiniones
para todos los gustos.
Nosotros, quizás, pensando lo que dicen los que más
entienden de política, que los mejores políticos se dan en
Inglaterra y a tenor de lo que manifestara, Churchil, sobre
lo que hay que respetar para gobernar un país o lo que le
dice don Quijote a su fiel escudero Sancho; “con la iglesia
hemos topado”, no entramos ni salimos en quién o quiénes
llevan la razón en este asunto, pero nos quedamos con la
frase del gran político inglés, Churchil, y con lo que le
dijo don Quijote a su fiel escudero.
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