La dimensión de la Administración Periférica del Estado en
Ceuta sigue siendo considerable, sobre todo si la comparamos
con las Comunidades Autónomas en las que está todo
prácticamente transferido a las mismas y las figuras de los
Delegados del Gobierno son poco menos que de mera
representación.
La singularidad de nuestra autonomía, deja a la ciudad en
muchos aspectos en manos del Estado, que sigue gestionando
la salud, la educación, el empleo, la seguridad ciudadana y
un largo etcétera de competencias de gran calado y de gran
impacto entre la ciudadanía, teniendo como referencia
política y personal a la figura del Delegado del Gobierno.
Se habla y con razón, de que la Ciudad Autónoma tiene en su
nómina cientos y cientos de funcionarios, pero si se echan
bien las cuentas se llegará fácilmente a la conclusión de
que son bastantes más los que están en nómina de los
distintos departamentos ministeriales de la administración
estatal.
Es cierto de que el Sr. Vivas debe cuidar de nuestras
calles, jardines y plazas, pero no es menos cierto que el
Sr. García Arreciado debe hacer lo propio con nuestra salud,
la educación de nuestros hijos y nuestra seguridad pública.
Y si nos centramos ya respecto de nuestra economía como
sociedad, ambos escurren el bulto y al final esa competencia
es de todos nosotros, empleadores y empleados, que debemos
aprender a competir mejor en un mundo globalizado.
Bien, si comparamos la capacidad de gestión de uno y otro,
resulta que trabajo hay para ambos, sin embargo y a la vista
del protagonismo público que irradian, da la sensación de
que Vivas es un inagotable trabajador y, por el contrario,
García Arreciado se pasa el tiempo tocándose los
pelendengues y, la verdad, no debe ser para tanto lo de uno
ni para tan poco lo del otro.
Lo que pasa seguramente es que uno, el Presidente, vende muy
bien la burra, haya o no haya burra y el otro, el Delegado,
no vende ni en rebajas, aunque tal vez la clave esté en lo
que se invierta desde una trinchera y desde la otra en eso
llamado campañas de comunicación, pero a pesar de la ya
demostrada generosidad de Vivas en eso de invertir en
divulgar lo que hace, lo cierto es que el P.S.O.E. en Ceuta
es de lo más anodino, incapaz de levantar ni la más mínima
pasión, como si les pesara el trabajo que hacen, como si lo
hicieran a remolque, mientras Vivas transmite ilusión y
ganas, aunque sean fingidas por aquello de “dame una alegría
aunque sea mintiéndome”, frente a unos socialistas envueltos
en su particular melancolía, que con el poder que tienen en
su manos, echándole un poco de gracejo y ganas, acompañadas
de algo de imaginación y unos pocos euros, se podían quedar
con el personal. Pero es que sigue pareciendo que están en
esto por compromiso y su aspecto es de anodinos. Así les va.
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