Cada grupo político empieza a
calentar motores, a menos de tres semanas para el comienzo
de la campaña electoral.
Y es que nadie quiere perder un voto y para ello no quieren
dar la más mínima ventaja al contrario, al saber todos,
incluso los que menos representación tengan, que un diputado
puede ser clave a la hora de formar Gobierno, por cuanto los
dos grandes van a llegar al final muy justos de fuerzas.
Al querer tener todo dispuesto, sale a escena el asunto
televisivo y en concreto los dos “cara a cara” pactados
entre líderes de PSOE y de PP.
No hace falta ser demasiado listo para saber que en esas dos
citas, uno y otro pueden decidir muchas dudas y por ello
quieren llegar ahí en igualdad, teniendo en cuenta que unas
televisiones apuntan hacia unas siglas y otras a la parte
contraria.
Parece que el PP quiere que esos debates sean donde ya se
celebraron en 1993, esto es, en Antena 3 y en Tele 5,
aduciendo que son las cadenas con mayor audiencia.
Por su parte desde el PSOE, el secretario de organización,
Pepiño Blanco, trata de defender el derecho de todas las
televisiones a poder emitir esos debates.
Mientras tanto, dos cadenas que no se distinguen por un
cariño muy especial hacia el Partido Popular, la Cuatro y la
Sexta, presentan sus propuestas, al saber ambos que, de
momento, su audiencia es tan corta que ellos no tendrían
mucho que hacer en solitario.
Así, la Cuatro ha pedido a ambos partidos que acuerden “una
señal única neutral” disponible para todas las cadenas. La
postura de esta cadena es razonable, en tanto que la Sexta
tiene miedo a que el PP quiera “jugar sucio”. No sabemos a
qué se refiere la Sexta, con eso.
Allá cada uno, pero posiblemente desde la Sexta con el PP no
hayan jugado muy limpio desde el primer día, y ahora, cuando
las elecciones llegan y puede ganar cualquiera, empieza a
escocer.
Y como en las elecciones todos aspiran a ganar, y tras
haberse celebrado todos parecen haber logrado la victoria,
“a su manera”, en IU, que cada día va perdiendo más tirón y
ya veremos si ahora sacan algo, de verdad, Gaspar Llamazares
afirma que su grupo pretende ser “decisivo” tras las
próximas elecciones generales para así contribuir a un
cambio de izquierdas, frente al “peligro evidente” que
supondrían posibles pactos del “PSOE hacia el centro”. Desde
luego Llamazares o es un iluso o es un iluminado.
Yo creo que con estas palabras Llamazares está mirando a la
luna, a plena luz del sol, porque él y los que le rodean,
pocos, cada vez menos, saben que si no en estas, en las
siguientes, no tendrán representación en Las Cortes, porque
cada día, por abajo, se van acercando en el número de votos
al que puede tener hoy cualquiera de los grupos de Falange.
Y hoy por hoy, venir un grupo político a hablar de “cambio
de izquierdas”, o “cambio de derechas” es estar confundido
de continente.
Llamazares cogió IU con cierta imagen, hoy esa imagen ha
desaparecido tanto que si se retiraran algunos de los
acompañantes que conlleva el PC, el grupo IU tendría menos
porcentaje a nivel nacional, que el que tiene hoy a nivel
local en Ceuta el PSPC, por poner un ejemplo.
Oír a Llamazares la falta de respeto con que se dirige al PP
o al PSOE hace que uno se predisponga, si tuviera la
intención de votarle a dar ese voto a otro.
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