La visita del Betis B al Alfonso Murube se antojaba como una
buena oportunidad para la AD Ceuta de recuperar el crédito
perdido en las últimas semanas. El tener enfrente a un rival
directo en la lucha por el play off de ascenso, unido al
hecho de tratarse de un filial con la vitola de practicar
buen fútbol, parecía el mejor remedio para despejar las
dudas generadas en cuanto a la capacidad del conjunto
caballa. Un decorado en principio alentador que, en apenas
noventa minutos, sirvió para certificar que el Ceuta sigue
sin encontrar el camino correcto. Y es que los ceutíes
fueron incapaces de aprovechar las ocasiones de las que
dispusieron ante la portería de René hasta acabar perdiendo
el partido cuando, con un hombre menos por la expulsión de
Pepe Martínez, los blancos se encontraban volcados en la
puerta rival.
Consciente de la necesidad de sumar los puntos en juego, el
Ceuta arrancó la contienda con un explosivo cóctel de
nervios y ambición que a la larga sería determinante. Prueba
de ello que, a los veinte segundos, los blancos perdieron un
balón en la medular que sirvió a Fran Machado para intentar
sorprender a Lledó.
Gracias a su necesidad de triunfo los ceutíes fueron ganando
terreno, hasta traducirse su afán en dos saques de esquina
botados de forma consecutiva por Álvaro, y rematados sin
mucha fortuna por Sandro y Enzo.
Precisamente sería el delantero argentino el que tendría en
sus botas el primero, al encontrarse dentro del área un
balón suelto. Pero su remate se encontró con el bético Pepe
cuando iba camino de las mallas.
Los verdiblancos, por su parte, contenían sin excesivos
problemas a los locales, basando su juego defensivo en el
orden y el ofensivo en el contragolpe. Unos argumentos
mínimos pero suficientes que llevaron los nervios a la
grada, desde donde se empezaron a escuchar los primeros
pitos de la tarde.
Un panorama ante el que los béticos se encontraban cada vez
más cómodos, hasta el punto de que Fran Machado pudo
adelantar a los suyos al rematar desde fuera del área,
obligando a Lledó a meter la mano.
La réplica para los caballas la puso Alberto, igualmente
desde la frontal, quien buscó la escuadra de un René que
tuvo que lucirse.
Los recursos ofensivos de los blancos pasaban por intentarlo
por banda, pero las pocas acciones con profundidad que
hilvanaron no encontraron rematador. Uno de los pocos que
pudo conectar con el esférico fue Enzo quien, tras una larga
combinación por la diestra, la mandó a las nubes.
A medida que se iba acercando el descanso los blancos daban
la sensación de encontrarse cada vez más cómodos. Un exceso
de confianza en la retaguardia que pudo costar caro, si
Diego hubiera culminado con acierto una contra.
Pero los blancos seguían a los suyo, con el único objetivo
de marcharse al descanso con ventaja. Y en esas llegó la
polémica, al anular el colegiado a instancias de su
asistente un gol de Tato, después de que Enzo estrellara en
el palo un pase del murciano. Un tanto psicológico que, en
el caso de haber subido al marcador, podía haber cambiado la
historia.
Querer y no poder
La segunda mitad arrancó con un correoso Ceuta que, sin
hacer demasiados méritos, rondaba la meta de René. Así, de
un balón colgado por Txiki desde la diestra, Javi Navarro
remató a la valla publicitaria. Acto seguido, de nuevo el
gaditano, finalizó una contra disparando a las manos de
René. Un peligro que no terminaba de concretarse.
Ya en el ecuador de la segunda mitad, cuando parecía que los
ceutíes habían perdido fuelle, Tato disfrutó de una clara
ocasión al contragolpe que malogró al equivocarse con todo a
su favor al encarar al meta bético.
Los ceutíes volverían a gozar de otra buena ocasión, esta
vez en la cabeza de Enzo, al rematar el argentino a
bocajarro un balón colgado por Castells desde la izquierda,
para ver como René despejaba con el puño.
El Ceuta empezaba a desesperarse viendo que los minutos
pasaban y que el gol no llegaba. Una falta de acierto que
les llevó a volcarse cada vez más, dejando desguarnecidas
sus bandas para las internadas verdiblancas. Unas
incursiones que se empezaron a repetir concretamente por
banda derecha, obligando a los blancos a cortar la acción en
falta. El primero en hacerlo fue Alberto, quien vio tarjeta
amarilla, pero en la siguiente acción Pepe Martínez fue
expulsado por roja directa.
Los sevillanos, con un jugador más, tenían las de ganar ante
un Ceuta que estaba descompuesto y que quería pero no podía.
En esas los verdiblancos pudieron adelantarse tras una buena
combinación entre Diego y Parra, que Sandro mandó a córner.
En pleno correcalles, con el corazón como único arma del
conjunto caballa, el bético Cañamero finalizó una contra de
libro por banda derecha, poniendo el único y definitivo
tanto en el electrónico.
Segunda derrota consecutiva de un Ceuta que cae hasta la
octava plaza, quedándose a cuatro puntos del cuarto
clasificado que sigue siendo el filial bético.
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El Ceuta encadena tres partidos sin ser capaz de marcar un
gol
Con el partido de ayer, la AD
Ceuta encadena tres partidos sin haber marcado, lo que
significa un total de 270 minutos sin ver puerta. La última
vez que el conjunto caballa materializó alguna de sus
ocasiones fue en el Municipal de Mazarrón donde Javi Navarro
marcó el tercero y definitivo de la tarde en el triunfo
ceutí en tierras murcianas. A partir de ahí los blancos
fueron incapaces de hacerle un gol al guardameta del
Marbella Ávila, quien salió del Murube sin ver perforado su
marco, aunque en este caso Lledó tampoco. Donde el meta
sevillano tuvo que sacar hasta dos veces el balón de su
portería fue en el José del Cuvillo, donde los ceutíes
tampoco fueron capaces de cantar gol, en esta ocasión ante
Wilfred. Algo que se volvió a repetir en su vuelta al Murube
ante el Betis B, en la derrota de ayer, que significa la
peor racha del Ceuta sin marcar en la presente temporada.
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