Las catas arqueológicas que la Consejería de Fomento ha
realizado durante todo el fin de semana en el entorno del
Mercado Central de Abastos, situado exactamente sobre el
foso de la Almina, donde confluyen los Conjuntos Históricos
de las Murallas del Recinto de la Almina y de las Murallas
del Recinto de la Ciudad concluyeron ayer a última hora de
la tarde con el cubrimiento del resto “estructuralmente más
importante” de los hallados, una parte del baluarte de San
Francisco.
El arquitecto municipal Fernando Villada explicó a este
periódico nada más autorizar el recubrimiento del área,
justo en la confluencia entre las calles Independencia y
Víctori Goñalons, que los técnicos no se han llevado
“ninguna sorpresa” en las catas realizadas desde el viernes
y que “estructuralmente” el elemento más destacado de los
hallados es ese muro, ubicado exactamente bajo el centro del
vial de la curva ‘del plátano’.
Fuentes de la Ciudad Autónoma reconocieron, sin embargo, que
el emplazamiento de esa parte del baluarte de San Francisco,
Bien de Interés Cultural (BIC) sobre cuya destrucción en su
parte descubierta ya se vertieron ríos de tinta en su
momento, en pleno centro de la curva “complica” el proyecto
de soterramiento del tráfico.
“Actualmente existen soluciones técnicas para todo, pero el
respeto a los elementos arqueológicos de nuestro Patrimonio
es tan importante como agilizar el tráfico en el casco
urbano”, argumentaron fuentes de toda solvencia del
Ejecutivo municipal sobre el terreno tras asumir que el
hallazo “dificulta” los planes iniciales que para este
proyecto barajaba la Consejería de Fomento.
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