España va por libre. Aquello del ‘Spain is different’ puede
aplicarse a muchos y muy variados aspectos de la vida en
nuestro país y la Educación es uno de ellos. La
configuración del calendario lectivo universitario choca
frontalmente en algunos meses del año con los periodos
festivos. El debate para configurar un nuevo planning de
semestres y trimestres para converger con Europa está en las
aulas. Sin ir más lejos la Conferencia de Rectores de las
Universidades Españolas (CRUE) proponía después de uno de
sus últimos encuentros que el curso comenzara en septiembre
y que finalizara un mes antes de lo habitual, en mayo.
Además plantearon la posibilidad de adelantar los exámenes
extraordinarios al mes de junio o julio.
El presidente de la CRUE, Ángel Gabilondo, explicó que de
todos los calendarios de Europa de las universidades, el
diferente es el español. “Si queremos la movilidad de los
estudiantes no podemos permitirnos el lujo de tener
diferencias en este ámbito”, apuntó.
La vuelta de vacaciones en enero
El mes de enero, tal y como está configurado el actual
calendario lectivo, es el más vacío en cuanto a clases en
las universidades españolas. La vuelta a las aulas se
produce en la segunda semana de este mes, tras la festividad
de Reyes. La actividad lectiva no dura ni dos semanas pues
los estudiantes fuerzan el corte de las clases para tener un
colchón de días para estudiar. Por todo ello, el presidente
de la CRUE consideró que enero es un mes “infecundo”.
Por ello, Gabilondo cree que lo lógico sería “empezar el
curso en septiembre, a primeros, acabar en Navidad, y hacer
ahí el primer trimestre; volver después y, a finales de
mayo, acabar el curso con un examen final”. Durante el mes
siguiente, se indicaría a los estudiantes con malas notas
cómo pueden mejorar, con vistas a un nuevo examen que sería
en junio o julio.
El decano de la Facultad de Educación y Humanidades de
Ceuta, Javier González, confirmó que el debate en torno a
esta cuestión está abierto y que lleva unos pocos años así.
Por el momento existe un enrocamiento. Apostar por el
adelanto supondría alterar trámites extrauniversitarios como
la selectividad. Ceuta, en este caso, ejerce de segundo de
abordo de un barco que capitanea Granada: “Las veces que el
equipo rector de la Universidad se ha planteado adelantar el
inicio de curso se ha topado con la celebración de los
exámenes de repesca de la selectividad y los extraordinarios
de las propias carreras”.
Sólo algunas universidades de Cataluña y algunos estudios de
ingeniería de aquella región se desmarcan de la tendencia
general y siguen las pautas europeas, según apuntó González.
Al parecer no son pocos los que defienden los beneficios que
reportaría a la Universidad y a los propios estudiantes
empezar más temprano las clases. “Cierto sector de opinión
considera que no habría que seguir esperando para que se
aplique esta medida”, precisó el decano de la Facultad de
Educación y Humanidades de Ceuta.
Mientras tanto, la comunidad universitaria de Ceuta se
mantiene al tanto de los acuerdos a los que pueda llegar la
Universidad de Granada. Los contactos entre las entidades
andaluzas se seguirán produciendo. Ceuta seguirá los pasos
de Granada en lo que en un sentido u otro se decida
finalmente.
El presidente de los rectores precisó que no se trata de
quitar ninguna convocatoria, “sino que, en vez de
septiembre, que se haga antes; esto significa también
cambiar la selectividad”. Gabilondo afirmó que en septiembre
se presentan muy pocos estudiantes y los resultados no
suelen ser muy positivos.
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