El movimiento educativo para jóvenes conocido como ‘Scout’,
que está presente en 155 países y territorios, con
aproximadamente 28 millones de miembros en todo el mundo,
agrupados en distintas organizaciones, calienta motores en
la ciudad autónoma. El pasado sábado, la Asociación de
Scouts Omaha de Ceuta realizó su primera actividad
estructurada por secciones en la zona de Aranguren, en la
que participaron un total de 22 niños, aunque la entidad
actualmente cuenta con 35 inscritos.
En esta ocasión, los niños fueron separados por edades. Los
pequeños castores tienen entre 6 y 8 años, mientras que los
lobatos tienen de 9 a 11 años y los más mayores integran la
tropa, con edades comprendidas entre 12 y 14 años; esta
última patrulla estuvo compuesta por 10 niños.
Esta actividad busca el desarrollo físico, espiritual y
mental de los jóvenes para que puedan emprender un papel
constructivo en la sociedad, con énfasis en las actividades
prácticas al aire libre y en el trabajo comunitario. Por
ello, sobre esos valores la asociación ceutí realizó
diversas actividades enmarcadas en su última convocatoria.
Mientras lo pequeños castores y lobatos desarrollaban juegos
medioambientales, los más mayores -la tropa- examinaron
plantas, adquirieron conocimientos del entorno natural de
Ceuta, trabajaron las leyes scouts y aprendieron a montar
tiendas de campaña, en lo que fue un primer reconocimiento
del terreno.
Partiendo de este punto, las actividades se tornarán cada
vez más especializadas en el compromiso y línea de trabajo
scout. Pero eso será a partir del fin de semana del 16 y 17
de febrero, en horario de 11:00 a 14:00 horas
aproximadamente, ya que los boy scouts ceutíes también
disfrutarán de las fiestas de las carnestolendas, como el
resto de ciudadanos. Por ello, los seis monitores que
conforman la asociación se reunirán el próximo martes para
concretar la próxima actividad a emprender, ya que se
barajan varios proyectos.
Según valoró el director del movimiento scout, Jesús Martín,
la jornada se desarrolló fue “muy satisfactoria” y deseó que
el resto de convocatorias tengan la misma aceptación por
parte de los jóvenes de la asociación.
La Asociación de Scout Omaha de Ceuta nació en el mes de
septiembre de 2007 y desde entonces no ha parado, ni parará
hasta consolidar el movimiento, recuperando así un espíritu
que parecía olvidado en la ciudad autónoma desde que
desapareció, hace 20 años. Sin embargo, aunque las
características de la imagen del boy scout ha cambiado, el
colectivo quiere rescatar un sello aventurero que imprime
carácter.
Su primera actividad oficial tuvo lugar el pasado mes de
noviembre. El director de Omaha, Jesús Martín, el tesorero,
Miguel Ángel Guerrero, y la coordinadora de tropa, Belli
Bonilla, bautizaron a los seis monitores que en la
actualidad se encuentran en activo en la asociación. En ese
momento se celebró una ceremonia de promesas y votos scouts
por los que se rige este movimiento. Los boy scouts ceutíes
volvieron a salir a la naturaleza hace apenas una semana. El
equipo salió desde la plaza de África en autobús hacia el
museo del Desnarigado. Aunque las dos primeras actividades
han estado relacionadas con el campo, el colectivo se quiere
centrar en otro tipo de actividades como la organización de
excursiones, viajes a Marruecos y la concienciación de los
valores cívicos.
Por otro lado, el director de 238 Ohama quiso recordar a
todos los ceutíes con entre 6 y 14 años que aún mantienen
las plazas abiertas para todo aquel que quiera apuntarse. La
mensualidad para sufragar los gastos de la asociación, es de
8 euros, sin embargo sus valores en los que se forman los
scouts no tienen precio.
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