No se podía faltar a la cita,
aunque sólo sea para vender imagen, en unos momentos en los
que todos, o la mayor parte de los pueblos, tratan de
“vender” lo que son, lo que pueden ser y todo aquello que
destaca de cada uno.
Edición tras edición, Ceuta ha estado presente, los gastos,
siempre se ha comentado, año tras año han sido enormes,
porque ha habido quienes, al “tirar con pólvora ajena” no
han escatimado gastos, ni estrellas de los hoteles, luego
después la compensación turística, hasta ahora habrá que ver
si ha resultado rentable.
Y ya que hablamos de rentabilidad, el año que pasó sí que
puede considerarse rentable a tope, especialmente, por la
visita de los Reyes a nuestra ciudad.
Aquel lunes, de comienzos de noviembre, ha quedado grabado
en Ceuta para toda su historia por la visita de SS MM y por
la respuesta de todo el pueblo de Ceuta.
Eso sí fue rentable y lo sigue siendo, cuando ahora mismo en
FITUR la propia Reina, Doña Sofía, recuerda que su viaja a
Ceuta fue inolvidable.
Y creo que lo tiene que ser, para los ceutíes lo es, porque
llevaban muchos años esperando esa visita, y para los Reyes
creo que también lo ha sido, porque fue aquí, en Ceuta,
donde sin ningún tipo de discrepancias, todas las culturas
que conforman la población aunaron sus voluntades y
reconocieron la visita como un hecho positivo e histórico.
No debemos olvidar que en aquellos días la realeza estaba
pasando por unos momentos desagradables, con la quema de
fotografías de los Reyes y otra serie de gamberradas, en
contra de la persona del Jefe del Estado.
En Ceuta, sin embargo, fue lo contrario. En Ceuta recibieron
calor humano, cariño y simpatía, a lo que ellos también
correspondieron y además sin causar el menor desaire a
nadie, o la más mínima molestia por donde pasaban.
Aquí, como en todas partes a donde van, demostraron la alta
preparación para este tipo de visitas, y la cualificación
fuera de todos los límites de las personas del séquito que
les acompañan.
Los que vivimos muy de cerca esta visita, yo por ejemplo, no
tuvimos la más mínima molestia en el Parador de Turismo, que
es donde se alojaron y donde yo vivo desde hace muchos años.
Y como anécdota, que no pasa de ahí, y eso es estar cerca, a
los Reyes les reservaron 2 habitaciones, la 413 y la 415, yo
vivo desde hace muchos años en la 414 y puedo decir que
entré y salí ese día exactamente igual que todos los demás,
sin que ningún miembro de la seguridad, en momento alguno,
me preguntara si salía o si entraba, algo que contrasta con
la visita hace algunos meses de un ministro, y en esa misma
zona del Parador, cuando me dirigía hacia mi habitación un
escolta, un acompañante o lo que fuera, actuando como lo
hubiera hecho un cualquier ineducado, trató de cortarme el
paso, a lo que no accedí, por supuesto, a pesar de las malas
maneras del caballero en cuestión.
De todas formas, esto es otra historia, y la historia de
Ceuta estos días tiene que venderse y se está vendiendo, a
su precio justo, al de presentar una ciudad española, una
ciudad que nunca reniega de su españolidad y que está
dispuesta, antes que nadie, a mostrarse como la entrada de
España por el Norte de África, pero partiendo de que ella es
España.
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