La inauguración oficial del
alumbrado de Carnaval, que vestirá de fiesta las calles del
centro de la ciudad durante los próximos días, trajo una
buena noticia por encima de todas: la presencia del
viceconsejero de Festejos, Juan Carlos García Bernardo, en
un acto en el que su figura no podía faltar. Para alegría de
todos, allí estuvo junto al presidente de la Ciudad, Juan
Vivas, su vicepresidente, Pedro Gordillo, y la consejera de
Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu, entre otras
autoridades y ciudadanos.
Así se dio el pistoletazo formal de salida a las fiestas de
Carnaval, una de las celebraciones con mayor tirón en esta
ciudad, que se entrega al Concurso Oficial de Agrupaciones
de Carnaval de hoy como a ningún otro evento cultural a lo
largo del año.
Si un pueblo son sus tradiciones el ceutí demuestra con esta
afición su carácter afable. Olvidadas, dos años después,
desgraciados acontecimientos que nadie quiere que se vuelvan
a repetir, todos los vecinos de esta ciudad tienen desde hoy
el derecho y casi el deber de divertirse, al menos, hasta
que llegue la Cuaresma, prólogo de Semana Santa, otro de
nuestros santos y seña.
Es hora, pues de divertirse sanamente. Esta noche, las
agrupaciones locales deben demostrar que la ironía y el
sarcasmo no tienen por qué ser ofensivo. Es más, pondrán de
manifiesto que quien las convierte en un arma afilada es,
simplemente, porque no es un buen carnavalero. Porque no
sabe o porque no quiere.
El escenario del Instituto de Enseñanza Secundaria Siete
Colinas tiene que ser, pues, hoy, un escaparate más para
mostrar al resto de España y del mundo lo que es esta
ciudad, cómo disfruta sus fiestas y cómo vive sus
tradiciones. Si un día esta fiesta fue motivo de lamentos
ahora tenemos todos la oportunidad de darle la vuelta a la
tortilla y aplaudir unánimemente el ingenio de unos
letristas que dedican meses a hacernos reír durante unos
minutos.
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