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La Ciudad Autónoma y la Delegación del Gobierno cerraron
ayer en la Plaza de los Reyes ante el jefe de División de
Urbanización de SEPES los “flecos pendientes” que
ralentizaban e incluso amenazaban con paralizar la
urbanización de Loma Colmenar, cuya segunda fase parece
ahora más cerca que nunca después de que Cerdeira y Doncel
anunciasen ayer, sin plazos concretos, que el depósito de
vehículos anexo al futuro nuevo hospital será trasladado de
inmediato y que se procederá con celeridad a acometer las
expropiaciones y realojos de varias viviendas encajadas
entre las parcelas de la primera y segunda fase de
urbanización.
Tres semanas antes de que se cumpla un año desde que el
Consejo de Ministros aprobara la licitación de la segunda
fase de urbanización de Loma Colmenar, el proyecto
urbanístico llamado a mover el corazón urbanístico, social y
económico de Ceuta, la Ciudad Autónoma y la Delegación del
Gobierno cerraron ayer sin Arreciado, que tuvo que
ausentarse de la cita poco después de iniciarse, los
“flecos” que ralentizaban su desarrollo conforme a los
plazos previstos: “tres o cuatro” expropiaciones pendientes
y el controvertido traslado del depósito judicial de
vehículos que se encuentra actualmente junto al nuevo
hospital ceutí.
Al término del encuentro el jefe de Gabinete de la
Delegación, Clemente Cerdeira, compareció ante los medios
para congratularse por haber conseguido “ultimar los flecos”
que permanecían sueltos y “preparar las cosas para que la
urbanización se lleve a cabo como está previsto en el menor
tiempo posible”. “La reunión ha sido muy satisfactoria y
hemos podido constatar la colaboración, como no podía ser de
otra forma en obras como esta, entre SEPES, la Delegación
del Gobierno y la Ciudad Autónoma, que hemos puesto en común
los pasos necesarios para sacar adelante la obra”, concluyó
Cerdeira.
A su lado, el consejero de Fomento, Juan Manuel Doncel, se
adhirió “totalmente” a las palabras de Cerdeira y describió
el encuentro previo como la cita necesaria para “consensuar
de una manera definitiva las cuatro o cinco actuaciones que
nos faltaba por culminar en Loma Colmenar para que se pueda
seguir ejecutando la segunda fase de urbanización del
proyecto y concluir la primera”.
No obstante, a pesar de las buenas nuevas, tanto Cerdeira
como Doncel se negaron a establecer un calendario concreto
para el desarrollo de los proyectos pendientes, que según
dijo depende de muchos agentes.
En cuanto al depósito de vehículos, que era uno de los
flecos pendientes en el asunto, Doncel recordó que la
Administración local ya tiene el visto bueno de la
Administración General del Estado para “dar los pasos
pertinentes” a la hora de facilitar la tramitación de la
autorización judicial para el traslado y destacó que la
Ciudad ya ha comunicado a SEPES que el trámite
administrativo para dicho traslado ya ha finalizado y que
actualmente las dos Administraciones están trabajando para
habilitar “cuanto antes” una parcela en el entorno de los
polígonos del Tarajal.
Además, Doncel explicó que para cerrar la primera fase de
urbanización de Loma Colmenar resta la expropiación de “3 ó
4 viviendas” que se han quedado justo en el límite entre
ambas zonas de urbanización. Tal como se hizo con las de la
primera fase la Ciudad dará ahora los pasos necesarios para
expropiar dichas viviendas y recolocar nada más tener la
autorización judicial pertinente a sus ocupantes en otras
casas.
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La primera fase arrancó en 2005 sobre cerca de 26 hectáreas
La primera fase del proyecto de
Loma Colmenar se inició en 2005 con las obras de
urbanización de 25,8 hectáreas para la construcción de cerca
de mil viviendas protegidas dentro del Proyecto VIVA. Hace
casi un año, el 23 de febrero del año pasado, el Consejo de
Ministros dio luz verde a la licitación de la segunda fase,
presupuestada en 25 millones de euros que servirán para
urbanizar 21,6 hectáreas. El plazo de ejecución de este
proyecto es de un año y medio y permitirá crear 800
viviendas protegidas en un área residencial de 50.717 metros
cuadrados, que contará además, con 47.517 metros cuadrados
para su uso empresarial con capacidad para acoger a 33
empresas, que generarán “alrededor de 150 puestos de
trabajo”, según anunció la ex ministra de Vivienda, María
Antonia Trujillo, durante su última visita a la ciudad
autónoma.
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