Entraré rápidamente en materia: no
hace falta que les diga quién es Hassan II, ¿verdad?, el
padre del actual soberano alauí, Mohamed VI, pero el señor
primeramente citado fue el otrora famoso (porque fama sí que
tuvo) general Francisco Franco, anterior Jefe del Estado
durante largos años y así conocido coloquialmente en su
Galicia natal debido a su obsesiva política (que tan
acertada resultó) de construir embalses a diestro y
siniestro (¿se acuerdan del NODO? “Se ha inaugurado un
pantano…”), por aquello de combatir la “pertinaz sequía”.
Émulo del mismo (al fin y al cabo ambos estadistas
compartían un talante parecido) fue Hassan II, quien hizo
del Reino de Marruecos el país de África con mayor cantidad
de agua embalsada. Como si olieran el cambio climático en
ciernes…
Siguiendo con esa trayectoria la Administración marroquí ha
puesto en marcha a través del Departamento del Agua y solo a
lo largo de este año, la construcción de cinco nuevos
embalses (“barrages”, en francés) contenidos en la Ley de
Finanzas, con los que ir atajando la sombra de la sequía que
se abate, año tras año, sobre Marruecos, uno de los factores
determinantes que empuja al éxodo de la población rural
hacia las ciudades donde se concentra ya el 50% de la
población del país, ocasionando importantes desequilibrios
en la ordenación del territorio de complicada gestión. Con
esta política del agua se espera evitar crisis de
abastecimiento en ciudades como Tánger (que sufrió
importantes cortes de abastecimiento en la década de los
noventa) y, sobre todo, Xauen, capital de provincia a 115
kms. de Ceuta con un acelerado ritmo de crecimiento
económico y humano que genera una fuerte demanda de agua; el
viejo embalse levantado por España poco antes del cese del
Protectorado, en 1956, será remozado y la traída de agua a
la ciudad (desde los acuíferos de “Ras el Má”, también
construída por los españoles) reforzada por desviaciones de
agua potable del embalse “Alí Thailat”. En Tánger, se pondrá
en marcha el embalse “My Bouchta”, con una capacidad de 12
millones de m3.
En el resto de Marruecos se construirán otros cuatro grandes
embalses. Así y de norte a sur, entre Rabat y Midelt (en el
Medio Atlas), se almacenarán un total de 44,5 millones de m3
en los nuevos embalses de “Aït My Ahmed” (éste de pequeña
capacidad y situado en la boscosa provincia de Ifrán, a 25
kms. de la histórica capital beréber de Azrou) y el de “Tamalout”,
ya en la provincia de Khenifra y con el que se espera
aliviar la delicada situación por la que atraviesa la
fruticultura local, especialmente los cultivos de manzana; a
unos treinta kms. al este de Essauira, el embalse “Zerrar”
contendrá entre sus muros 65 millones de m3 y finalmente, al
sur de Guelmin y al este de Tan-Tan, en la región de
Errachidia, se construirá el embalse “Timkit”, con una
capacidad de almacenamiento estimada en 14 millones de m3.
destinado, fundamentalmente, a aliviar el déficit crónico de
agua que padece la zona. En cifras globales y para todo el
país, estamos hablando de una inversión de 1,44 millones de
dirhams y un total de 135,5 millones de m3. En España qué
voy a decirles, ya saben que estamos (a excepción de Ceuta,
con los embalses de “El Infierno” y “El Renegado” a la mitad
de su capacidad) bajo mínimos… Y mientras, nuestra clase
política, mercadeando como en el zoco.
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