Muchas son las razones que
impulsan al Gobierno de la Ciudad a tomar la decisión
legítima y avalada por informes técnicos de trasladar el
Mercado Central desde su actual ubicación a un edificio
independiente y destinado al servicio público en la Manzana
del Revellín aunque quizás, las más importantes sean las
deficiencias detectadas en un edificio obsoleto que presenta
agotada su viabilidad económica y que a su vez, sufre de
grietas y fisuras en su estructura a pesar de las diferentes
actuaciones emprendidas que han mejorado notablemente su
imagen exterior.
Debo señalar que su traslado posibilitará al mismo tiempo,
la resolución del núcleo urbano de la Almina con la
construcción de nuevos viales soterrados que mejoraran
notablemente el tráfico de la Ciudad, continuando con la
mejora de nuestro rico patrimonio cultural a través de la
rehabilitación de las murallas del antiguo foso existente y
la construcción de una plaza pública, aparcamientos
subterráneos y viviendas. Todo ello, incluido junto a la
culminación del complejo cultural de la Manzana del Revellín
y la construcción del nuevo mercado central en el programa
electoral con el que el Partido Popular concurrió a las
últimas Elecciones Autonómicas celebradas.
Aunque, también la ciudadanía debería conocer de la
existencia de un estudio realizado por la Empresa Nacional
MERCASA dependiente de la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales y del Ministerio de
Agricultura, Pesca y Alimentación, informando favorablemente
respecto a la ubicación del nuevo mercado central en un
edificio totalmente independiente, en una sola planta,
perfectamente comunicado y con todas las infraestructuras
necesarias en la Manzana del Revellín que dotará a los
ceutíes de un edificio moderno y funcional comparable a los
mejores de España.
No obstante, también deseo aclarar que el término cultura
desarrollado a lo largo de la historia comprende el conjunto
de todas las formas de vida y expresiones de una sociedad
determinada y como tal incluye, costumbres y prácticas. Por
tanto, una muestra de nuestra cultura son las vivencias,
nuestros productos autóctonos y las transacciones económicas
que se producen en el mercado.
En definitiva, soy de los que piensan firmemente por todo lo
señalado que, ubicar nuestro mercado central en un edificio
independiente y totalmente equipado en la Manzana del
Revellín responde a las inquietudes de una ciudadanía
deseosa de disponer de infraestructuras modernas y en
consonancia con otras existentes en puntos de referencia.
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