La derrota del pasado domingo en el José del Cuvillo ante al
Portuense no ha sido el primer tropiezo de la AD Ceuta en la
presente temporada ante un equipo situado en zona de
descenso. Lo cierto es que, con anterioridad a la visita al
José del Cuvillo, el conjunto caballa se había dejado puntos
en la cuneta ante Marbella, Baza o Algeciras, a los que fue
incapaz de ganar, para tenerse que conformar con un
´pírrico´ empate. Eso frente a tres de los cuatro equipos
que a día de hoy ocupan plaza de descenso directo, y que se
le atragantaron a los ceutíes en sus aspiraciones de lograr
el triunfo. Y es que, del furgón de cola, fue al Talavera al
único rival que los blancos lograron doblegar, sufriendo,
por la mínima y de penalti, en un duelo que también sirvió a
José Enrique Díaz para estrenarse en su tercera etapa en el
banquillo del Alfonso Murube, haciendo bueno el dicho de ´a
entrenador nuevo, victoria segura´.
El primer revés que los blancos se llevaron ocurrió en su
visita al Municipal de Marbella de la segunda jornada. Allí
los caballas se atascaron ante los costasoleños para
terminar empatando (0-0) en un mal partido. Tan ´soso´ como
el disputado en la segunda vuelta donde se volvió a repetir
el resultado.
En Baza, en la tercera salida de la temporada, los blancos
fueron incapaces de rentabilizar su primer tanto a
domicilio, para ver neutralizada su ventaja y volver a casa
con otro punto (1-1).
El punto que dejó peor sabor fue el cosechado en el Alfonso
Murube ante el colista Algeciras, a pesar de conseguirlo
´sobre la bocina´, al marcar Castells desde fuera del área
(1-1).
Donde los ceutíes también se marcharon con la sensación de
haber podido hacer más fue en Alcalá y Jaén. En el Francisco
Bono, el conjunto entrenado por Diego Quintero demostró
excesivo conformismo ante un equipo en horas bajas.
Prácticamente lo mismo que le ocurrió a los blancos ante el
Real Jaén en el Nuevo Estadio de La Victoria, de donde
Quintero salió sentenciado.
Unos números que pueden arrojar una serie de preguntas sobre
el rendimiento de la escuadra caballa a la hora de medirse a
adversarios inferiores sobre el papel. Por ejemplo si puede
haber un exceso de confianza o por contra falta de humildad
ante rivales más limitados y que aspiran a objetivos más
modestos. Eso en cuanto a la actitud del equipo a la hora de
afrontar los encuentros.
La otra lectura ante estas estadísticas podría ser falta de
aptitud por parte del equipo blanco a la hora de jugarle a
un adversario que pueda echarse atrás y encerrarse para
defender un resultado.
Unas preguntas a las que se le deben dar rápida respuesta
para asegurar unos puntos del todo necesarios.
Odiosas comparaciones
A pesar de que esta temporada se está viviendo una igualdad
extraordinaria en el grupo IV de Segunda ´B´, el balance del
Ceuta ante los equipos de abajo no deja de ser deficitario.
Puntos, a priori más asequibles, que a final de temporada se
podrían echar en falta en el casillero de la escuadra
caballa. Algo que no le está sucediendo a otros equipos como
el Écija o el Linares, que están siendo previsores y están
cumpliendo ante los teóricamente débiles.
Así el Écija ha hecho pleno ganando fácil a los cinco
últimos clasificados (Portuense, Baza, Marbella, Talavera y
Algeciras), anotándose los quince puntos en juego, y sin
recibir un sólo gol en contra.
El que casi repite los números de los sevillanos es el
Linares, que venció a Marbella, Portuense, Baza y Talavera,
empatando (1-1) con el Algeciras (1-1) en el Nuevo Mirador.
Ya en la segunda vuelta los linarenses han empezado
cumpliendo, ganando el pasado fin de semana al Marbella
(1-2), demostrando una gran eficacia.
|