Juan Oliver, el que fuera director
de TV3, en una entrevista radiofónica nos ha llamado a los
españoles “chorizos, por el hecho de ser españoles”. No
insulta quien quiere, sino quien puede y este fulano no nos
puede insultar porque carece de la más mínima categoría para
hacerlo. Lo que ha venido a demostrar, con esta frase, es el
más puro estilo patán que le caracterizó al frente del medio
en el que estuvo de director gracia a los méritos, más que
probable, del señalamiento del “dedatil”. Un sistema, el del
señalamiento del “dedatil”, muy utilizado para darle un
puestecito con gorra y pito a todos los inútiles que medran
alrededor de los mandas que, por cierto, en algunas
ocasiones no tienen nada que envidiar a todos estos
inútiles, pelotas y lameculos que les rodean.
Si la cara es el espejo del alma, este fulano al mirarle la
cara te haces, rápidamente, una idea de la capacidad
intelectual del mismo. Un cerebro carcomido por el gusanillo
de la ignorancia, debido a la enorme diarrea mental que le
producen sus neuronas cerebrales. Ahora, eso sí, su cara es
el escenario perfecto para jugar al abejorro. Servidor, por
supuesto, no jugaría jamás al abejorro con la cara de este
fulano, porque ni hay cosa que me siente peor que mancharme
las manos en mierda.
Todos estos personajillos de medio pelo que, en su día,
tuvieron gorra y pito con mando por el conocido sistema del
señalamiento, al ser desplazados de eso puestos por se más
inútiles que el de una muñeca, tienen el pleno
convencimiento que la única forma de poder obtener, de
nuevo, el carguito en cuestión es acogerse a la moda
impuesta por otros mamarrachos de gorra y pito con mando,
insultando a todo lo huela a España y a los que nos
consideramos españoles.
Por pura lógica, el fulano este, personajillo de medio pelo,
patán entre los patanes, queriendo volver a ser lo que fue,
manda con gorra y pito, se ha agarrado como a un clavo
ardiendo en sus críticas a todos los españoles, a los que en
un alarde de gilipollez suprema, nos llama “chorizos, por el
hecho de ser españoles”.
En mi mente, por supuesto, jamás entraría el insultar a los
catalanes porque no tendría razón de ser. He vivido y he
sido feliz en el tiempo que estuve viviendo en Barcelona
donde, por cierto, en aquella época todos estos valientes,
personajillos del tres al cuarto y patanes, jamás dieron la
cara insultando a España y a los españoles. Quizás porque,
en esos momentos, eran lo que siempre fueron y seguirán
siendo unos don nadie que, hoy día, le siguen haciendo con
sus declaraciones mucho daño a Cataluña.
El pueblo catalán, que de tonto no tiene un pelo, se ha dado
cuenta de lo que de perjudicial está suponiendo todos estos
mamarrachos a Cataluña, y prueba de ello es que, en las
próximas elecciones generales el partido de otro de la
grandes “lumbreras” catalanas, ese personajillo que se
entrevistó con ETA para que matara donde quisiera menos en
Cataluña y se colocó una corona de espina en un acto a la
altura del personaje o sea ridículo según, todos los
pronósticos va a perder dos escaños.
En cuanto a ti, Juanito, creo que sería justo enviarte un
buen “chorizo”, que igual te gusta tenerlo entre tus manos.
¿O no?
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