El director de la Escuela de Enfermería, Jesús Ramírez, tuvo
ocasión de cruzar algunas palabras con el rector de la
Universidad de Granada el viernes. Este transmitió a
González Lodeiro “la necesidad de no demorar la integración”
debido a que la Escuela tiene que cumplir con los cambios
que implica el Espacio Europeo de Educación Superior.
Ramírez negó que la materia económica sea una barrera
insalvable, mientras que consideró al tiempo la “principal
inquietud”.
El rector de la Universidad de Granada (UGR), Francisco
González Lodeiro, transmitió tranquilidad al director de la
Escuela de Enfemería de Ceuta, Jesús Ramírez, durante el
encuentro que mantuvieron en la ciudad el pasado viernes.
Tras confesar Lodeiro ante los medios que la materia
económica era el principal escollo que impedía por el
momento la integración, este se comprometió ante el
representante de Enfermería a encontrar una solución
conjunta con la Administración. Por otro lado, Ramírez
concibió como una “buena noticia” la próxima visita a Ceuta
del director general de Universidades.
Pese a que la integración de Melilla ha sido utilizada
muchas veces como modelo, Ramírez precisó que el caso de
Ceuta es un “proceso complejo con matices diferentes”. Según
explicó, la Administración y la UGR han de asumir que la
Escuela de Enfermería de la ciudad tiene una estructuración
y unos condicionantes que no existían en el proceso llevado
a cabo en Melilla.
Integración progresiva
El rector de la Universidad de Granada recordó el viernes
que la integración implicaba hacer frente a un aumento de
los emolumentos del profesorado de la Escuela ceutí. Cubrir
presupuestariamente ese incremento era el único escollo
existente hasta el momento.
El director del centro ceutí explicó que la integración es
un proceso progresivo. Esta circunstancia, a juicio de este,
hace que el paso sea económicamente más soportable. Así, el
primer año el Estado habría de hacerse cargo de un tercio de
los gastos totales de funcionamiento de la instalación más
las cuotas de los estudiantes de tercero, que no pagarán. El
segundo año la Administración respondería por el 66 por
ciento de los gastos más las cuotas de segundo y tercero.
Finalmente el último ningún estudiante pagaría matriculación
y el Estado correría con todo el coste de funcionamiento de
la escuela, según relató Ramírez.
Una vez la Administración central y la Universidad de
Granada se pongan de acuerdo respecto a la cuestión
económica estas dos partes junto a la tercera, Cruz Roja,
habrán de sellar el convenio.
La intención de la dirección de Enfermería es la de
contratar más profesorado una vez se normalice la situación.
Actualmente son 18 el número de docentes que imparten clase.
Este es un número que, a juicio de Ramírez, se queda pequeño
para atender a tantos alumnos. “La cifra ideal estaría en
torno a los treinta”, añadió.
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