Nos dirigimos a Vds. para sensibilizarles hacia las personas
que padecen enfermedades crónicas mal llamadas “raras” o
“invisibles”, tales como la Fibromialgia (FM) o el Sindrome
de Fatiga Crónica (SFC), entre otras, y que sufren el
olvido, la marginación y la falta de diligencia de las
Instituciones. Muestra de ello es, en España, la diversidad
de críterios diagnósticos, la disparidad de tratamientos
paliativos o no que se producen constinuamente en las
diferentes Comunidades Autónomas, así como el trato
despectivo recibido por los equipos de valoracion de
incapacidad temporal o permanente.
Les recordamos que en 1992, la OMS ya reconoció como severas
e incapacitaqntes estas enfermedades orgánicas registradas
con los códigos CIE-10 : M79.7 y G93.3 , que afectan
respectivamente a más de 1.400.000 y 160.000 personas en
España y 3,5% y 0,4% en el mundo entero. Los costes que
afectan a estos enfermos, sus familias, y su entorno son
considerables.
Nuestro propósito es insistir para que pongan en marcha los
mecanismos necesarios para acabar con esta injusticia que
destroza físicamente y psicológicamente a los enfermos, los
lleva casi siempre, con su familia, hacia un estado de
pobreza real, al no ser reconocidas estas enfermedades como
invalidantes por la Sanidad Pública Española, salvo
dramáticas excepciones, y provocan así el consecuente
“despido procedente por faltas al trabajo, aun
justificadas”..
ROGAMOS y SUPLICAMOS pues ENCARECIDAMENTE que, DE UNA VEZ
POR TODAS:
* La Administración Pública invierta en investigación y
recoja las recomendaciones de TODOS los Científicos,
Asociaciones y Fundaciones de nucleo científico de
reconocido prestigio internacional en la materia, a fin de
avanzar y acortar los sufrimientos de estos enfermos.
* Los códigos CIE-10 se apliquen en España en lugar de los
antiguos y obsoletos CIE-9
* Se formen a los médicos y equipos de valoración, y se
instruya debidamente a la clase jurídica para conocer
detalladamente estas enfermedades ORGANICAS y no
psicológicas como todavía creen la mayoría de los
profesionales de la sanidad y, por ende, el resto de la
sociedad
* Los pacientes sean diagnosticados en un plazo máximo de 1
año por un especialista y no, como ahora, en España, por el
médico de cabecera o, exceptionalmente, por el especialista
después de dilatados tiempos de espera y, en algunas
ocasiones, hasta de 5 y 6 años, después de largas y
agotadoras pruebas, para terminar en muchos casos derivados
hacia Centros de Salud Mental como única solución al
problema
* Los equipos de valoración de incapacidades temporales o
permanentes de la Administración, traten dignamente a estos
enfermos y confien en los diagnósticos de sus propios
medicos, en lugar de comportarse de forma autoritaria y
despota o aplicando leyes del franquismo y con
desconocimiento de estas enfermedades, como es costumbre en
la actualidad en España
* En caso de sentencias favorables a los enfermos después de
resoluciones negativas de los tribunales de evaluación de
incapacidades, los gastos de defensa sean reembolsados en su
totalidad al demandante a fin de hacer real justicia e ir
disuadiendo a la Seguridad Social de que la casi totalidad
de los enfermos encaucen sistemáticamente y sin motivo
alguno sus peticiones por via judicial con el desgaste
físico y económico que esto supone mientras que todos los
ciudadanos pagamos los gastosde defensa del Estado.
El silencio de la Administración contribuye a esta verguenza
social y dificulta seriamente la credibilidad de un país
miembro de la Unión Europea que proclama su estado de
BIENESTAR SOCIAL, como es el caso de España, máxime cuando
ya llega tarde a aceptar la realidad científica de estos
sindromes
Por nuestra parte, seguiremos luchando al límite de nuestras
fuerzas para no ser los parias de la Sanidad Pública y
obtener justicia.
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