Más que la política, como tal,
quienes la ejercen. Y es lo que parece deducirse de todos
los movimientos que se vienen dando en las últimas semanas.
Es cierto que estamos en unos instantes muy complicados para
el devenir de los dos grandes partidos, a partir del nueve
de marzo, pero no menos cierto es que, esa incertidumbre, le
va a tocar a Ceuta muy de refilón, por cuanto aquí, de
momento, pensando en las generales, se da por sentado que
los tres representantes de Ceuta volverán a ser del PP.
Y por eso me extraña toda la serie de movimientos de estos
días, explicables únicamente a que para el Senado había una
plaza que había que cubrir y no todo el partido tenía las
mismas “querencias”.
Con acierto o sin él, las cosas se “arreglaron” en casa, irá
en la candidatura la persona que el partido ha decidido y, a
partir de aquí, “pelillos a la mar”.O eso, al menos, debería
ser.
Esto es lo que había en la propia casa del PP, pero ese
movimiento se ha salido del redil, cuando en ciertos
sectores se daba como seguro que ahora, bien entrada la
legislatura, podía entrar a formar parte del Gobierno,
Mohamed Alí y su grupo.
Eso, a mí particularmente, me pareció o un brindis al sol, o
un mercado persa “vendiendo humo”, no sé por parte de quien,
puesto que se ha demostrado que en las cercanías de la UDCE
no había mucha ilusión en este matrimonio que, a la larga,
les iba a romper su marcha ascendente.
Pero es que, pasando a la acera contraria, en la militancia
del PP muchos se preguntaban:¿Para qué?. Y tenían razón,
puesto que una mayoría aplastante, como tiene el PP hoy en
la Asamblea, no necesita de ayudas de ninguna parte, para
sacar adelante, otra cosa es que sea del agrado de todos,
sus proyectos.
Cuando quedó roto lo que, en realidad, no había existido
nunca, el cruce de manifestaciones, más que aclarar y seguir
amigablemente los unos con los otros, ha traído una tensión
que ni es oportuna, ni tiene razón de ser.
Y ya que estamos con estos dos partidos, el PSOE ve los
toros desde la barrera, ahora un nuevo enfrentamiento que va
a llegar a los tribunales. Realmente absurdo, por cuanto
Víctor Iñiguez, parece que, ha presentado en los juzgados
una demanda contra Mohamed Alí.
No es el mejor camino ahora, el rebobinar lo que en la
campaña electoral para las municipales se dijera en alguno
de esos mítines, en los que se dicen muchas cosas, por parte
de todos, unas veces con razón, otras con razones a medias
y, la mayor parte de las veces, tratando de menguar los
votos del adversario.
Parece que en un mitin, o en un medio de comunicación,
Mohamed Alí dijo que el viceconsejero de Deportes de la
Ciudad Autónoma “había metido la mano en la caja”.
Si es cierto que lo dijo, estoy seguro de que no iba la
frase para ser interpretada al pie de la letra, porque ese
asunto de hace un par de años, en su día se aclaró y nadie
salió embarrado, además de que Víctor Iñiguez sabe que aquel
asunto, o parte de él, se removió no demasiado lejos de su
partido.
No creo que esto llegue a nada, cosa que sería beneficiosa
para ambas partes, porque el PP lo peor que podía tener de
ahora en adelante, sería verse envuelto en aires de
soberbia, cosa que al correr el tiempo no se suele olvidar.
Así están las cosas.
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