La Sociedad que agrupa a los más de 300 aficionados en la
ciudad autónoma lleva seis años esperando que la Consejería
que ahora dirige Yolanda Bel complete su tramitación
Con el primer año de la legislatura que arrancó el verano
pasado en el horizonte y el compromiso de la anterior
consejera de Medio Ambiente, Carolina Pérez, de que llevaría
el establecimiento de una Zona de Caza Controlada a Pleno
antes de que terminase la legislatura muy fresco en la
memoria, la Sociedad de Cazadores, Pescadores y
Silvestristas de Ceuta volvió a instar ayer al Gobierno
ceutí a que complete “ya” la tramitación de un expediente
que se incoó hace ya seis años y cuya concreción está
incluida en la Agenda 21 aprobada por el Ejecutivo de Juan
Vivas.
Todos los colectivos representados en el Consejo de Caza
apoyaron unánimemente el 19 de abril del año pasado la
ubicación exacta de la Zona y el establecimiento de una
reserva protegida en la cuenca de Calamocarr. La consejera
de Medio Ambiente, Carolina Pérez, se reunió con la
Federación y la Asociación de Cazadores así como con la
Sociedad Española de Ornitología (SEO) en Ceuta para
ratificar definitivamente el proyecto, que según fuentes
oficiales se venía demorando por las discrepancias entre
cazadores y ecologistas a la hora de delimitar el perímetro
de ambos espacios.
Finalmente se pactó que la Zona de Caza Controlada se
ubicará en el extrarradio de la ciudad sobre una superficie
de 1.500 hectáreas y con un espacio protegido, que
corresponde al 10 por ciento del total de la superficie
destinada a la actividad cinegética, así como que el Monte
Hacho se quedaría fuera del área donde se permitirá la caza,
excepto para la de conejos y sólo en época de ‘descaste’.
Sólo siete días después, mediante un Decreto firmado el 27
de abril del año pasado, Medio Ambiente publicó en el
Boletín Oficial de la Ciudad de Ceuta (BOCCE) la tramitación
del expediente “sobre el procedimiento a seguir para el
señalamiento y declaración de Zona de Caza Controlada de
determinados terrenos cinegéticos de aprovechamiento común
en el término municipal de Ceuta” y sometió durante 30 días
a información pública el mismo para que cualquier interesado
presentase las alegaciones que considerase oportunas.
Diez meses después, el asunto parece seguir en el limbo
según el presidente de la Sociedad de Cazadores de Ceuta,
Antonio López, entidad a la que están asociados más de 300
aficionados. “Los cazadores”, advierte López, “no tenemos
ningún interés en acabar con las especies, sino todo lo
contrario, pero tampoco sacar las escopetas de paseo
mientras todos vemos los daños que causan los jabalíes, por
poner un ejemplo”.
Zona de Caza Controlada
Una Zona de Caza Controlada agrupa terrenos que “sin formar
parte de cotos o refugios, son declarados como tales por la
consejería competente en materia de caza por razones de
protección, conservación, fomento y aprovechamiento ordenado
de los recursos cinegéticos”. En esta área podría practicar
la caza aquellos aficio La Sociedad que agrupa a los más de
300 aficionados en la ciudad autónoma lleva seis años
esperando que la Consejería que ahora dirige Yolanda Bel
complete su tramitación
Con el primer año de la legislatura que arrancó el verano
pasado en el horizonte y el compromiso de la anterior
consejera de Medio Ambiente, Carolina Pérez, de que llevaría
el establecimiento de una Zona de Caza Controlada a Pleno
antes de que terminase la legislatura muy fresco en la
memoria, la Sociedad de Cazadores, Pescadores y
Silvestristas de Ceuta volvió a instar ayer al Gobierno
ceutí a que complete “ya” la tramitación de un expediente
que se incoó hace ya seis años y cuya concreción está
incluida en la Agenda 21 aprobada por el Ejecutivo de Juan
Vivas.
Todos los colectivos representados en el Consejo de Caza
apoyaron unánimemente el 19 de abril del año pasado la
ubicación exacta de la Zona y el establecimiento de una
reserva protegida en la cuenca de Calamocarr. La consejera
de Medio Ambiente, Carolina Pérez, se reunió con la
Federación y la Asociación de Cazadores así como con la
Sociedad Española de Ornitología (SEO) en Ceuta para
ratificar definitivamente el proyecto, que según fuentes
oficiales se venía demorando por las discrepancias entre
cazadores y ecologistas a la hora de delimitar el perímetro
de ambos espacios.
Finalmente se pactó que la Zona de Caza Controlada se
ubicará en el extrarradio de la ciudad sobre una superficie
de 1.500 hectáreas y con un espacio protegido, que
corresponde al 10 por ciento del total de la superficie
destinada a la actividad cinegética, así como que el Monte
Hacho se quedaría fuera del área donde se permitirá la caza,
excepto para la de conejos y sólo en época de ‘descaste’.
Sólo siete días después, mediante un Decreto firmado el 27
de abril del año pasado, Medio Ambiente publicó en el
Boletín Oficial de la Ciudad de Ceuta (BOCCE) la tramitación
del expediente “sobre el procedimiento a seguir para el
señalamiento y declaración de Zona de Caza Controlada de
determinados terrenos cinegéticos de aprovechamiento común
en el término municipal de Ceuta” y sometió durante 30 días
a información pública el mismo para que cualquier interesado
presentase las alegaciones que considerase oportunas.
Diez meses después, el asunto parece seguir en el limbo
según el presidente de la Sociedad de Cazadores de Ceuta,
Antonio López, entidad a la que están asociados más de 300
aficionados. “Los cazadores”, advierte López, “no tenemos
ningún interés en acabar con las especies, sino todo lo
contrario, pero tampoco sacar las escopetas de paseo
mientras todos vemos los daños que causan los jabalíes, por
poner un ejemplo”.
Una Zona de Caza Controlada agrupa terrenos que “sin formar
parte de cotos o refugios, son declarados como tales por la
consejería competente en materia de caza por razones de
protección, conservación, fomento y aprovechamiento ordenado
de los recursos cinegéticos”. En esta área podría practicar
la caza aquellos aficionados expresamente nados expresamente
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