Tardó en aparecer a la luz,
parecía el parto de los montes, la representación que es más
que probable que va a tener Ceuta, en el Congreso y en el
Senado, aunque nadie puede vender la piel del oso sin
haberlo cazado, para los cuatro próximos años, si es que,
como parece, los ceutíes se decantan otra vez por votar al
PP.
El PP ha optado por la solvencia ya demostrada, por parte de
dos de sus representantes, el del Congreso de los Diputados,
Francisco Antonio González, y uno de los dos senadores,
Nicolás Fernández Cucurull, además de introducir una
novedad, Luz Elena, también para el Senado que es conocida
en Ceuta, que lleva muchos años de gran actividad en su
profesión y que puede hacer, también, una gran labor
representando a nuestra Ciudad.
Lo que más me agrada de estos, más que posibles,
representantes de Ceuta en Las Cortes Españolas, es que no
son de los que van para apretar el botón del SI o del NO, ni
en la Cámara Baja, ni en el Senado.
Tanto Paco Antonio, como Nicolás, en sus parcelas
correspondientes ya se han dejado oír y muchas veces
plantando cara a quien fuera, como ocurrió con Fernández
Cucurull allá por el mes de septiembre frente al ministro
Caldera.
La primera parte ya está andada, pero a partir de ahora el
movimiento va a ser constante, claro está que, en busca de
votos.
Días pasados el movimiento era entre bambalinas para ver
quien se llevaba el gato al agua y colaba al suyo. Al final
la razón estuvo de quienes veían con buenos ojos que fuera
Luz Elena la candidata.
Ya de antemano estaba claro que dos, de los que van a
intentar ser nuestros representantes, tenían asegurado su
sitio, pero la otra plaza querían algunos que la ocupara
otra mujer a la que había quien quería promocionar un
escalón más. Las cosas se quedaron donde están. No se puede
“correr” tanto en tan poco tiempo.
Al final fue lo que fue y los tres representantes,
partidismos a parte, dan la talla para que Ceuta esté
representada, bien representada en Madrid.
Aquí, y vamos a ser realistas, el PP parte con una gran
ventaja que no desaprovechará. Luego, a nivel nacional, ya
veremos como van las cosas, porque en la rampa de salida, lo
hemos dicho varias veces ya, las posiciones están bastante
cercanas y sólo una estupidez puede desequilibrar ese
“empate técnico” que hay ahora. No hay que olvidar que hay,
todavía, mes y medio, hasta que el nueve de marzo se
depositen los votos, y en ese tiempo cualquier acto,
cualquier circunstancia o cualquier acontecimiento de ámbito
local, nacional o internacional puede dar la vuelta a los
resultados que presentan unas encuestas, que no suelen ser
muy fiables.
Buena parte de febrero, todo ello en época de cuaresma, la
vamos a pasar metidos en las constantes zarabandas de los
unos y los otros, para que el nueve de marzo, sobre las diez
de la noche, si es que no antes, ya sepamos si durante
cuatro años más seguirá la línea comenzada en 2004, o si ha
habido, otra vez, un giro hacia la parte contraria.
Y no estoy utilizando lo de “parte contraria” porque haya
unas perspectivas opuestas si ganan unos, o dejan de ganar
los otros. Eso de “contrarios” lo digo porque, al menos en
apariencia, serán PSOE y PP los que mantengan lo más
enconado del proceso, hasta que se haya escrutado el último
de los votos, con lo que puede haber emoción hasta el último
instante.
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