Es lamentable que en el mundo libre siga las locuras de Bush
y sus seguidores por los crímenes en contra de la humanidad,
sobre todo en contra de los musulmanes. Sólo predica
amenazas y guerras en el nombre de la democracia. Bush, su
homólogo Olmert, y sus aliados, están manchados de sangre
humana por sus barbaries. El mundo civilizado debe
reaccionar en contra de los que practican el terrorismo de
estado, con pretexto de combatir el terrorismo con campos de
internamiento como Guantánamo o Abú-Garib en Bagdad, que se
pueden considerar como campos o prisiones de exterminio de
Hjausvil del siglo 21.
Hasta la fecha de hoy nadie se ha pronunciado en contra de
estos desagradables dictadores, derramadores de sangre
inocente, elegidos en las urnas por todos los pueblos
democráticos. Las virtudes son de dos tipos: positivas y
negativas. Si vivimos como anacoretas cerrados en oscuros
pensamientos lejanos de todo lo demás, podríamos decir que
poseemos una virtud negativa, ya que, nos abstendríamos de
hacer daño a los demás, pero, ¿qué sucede con el aspecto
positiva de nuestros actos?, ¿podríamos decir que socorremos
al pobre, alimentamos al hambriento, levantamos al caído o
guiamos al descarriado?
En resumen, para que la vida de un personaje sea considerada
un modelo ejemplar y que pueda ser seguido por los demás,
son la historiedad, la amplitud y la perfección, y no
personas como Bush o Olmert y sus aliados. Cómo es posible
negociar la paz mundial en nombre de la democracia y por
otra parte ser verdugo de la libertad asesinando y
derramando sangre de mujeres y niños inocentes. No es
lamentable escuchar una y otra vez el discurso para promover
la democracia en oriente próximo pero derramando sangre y
con el consentimiento del mundo civilizado, llegando a ser
el actual proceso de paz en oriente medio un diálogo sin
sentido. Lo único que se consigue con estas contradicciones
es matar a los hijos de unos y de otros ya sean palestinos o
judíos, viviendo a diario masacres a civiles palestinos,
iraquíes, afganos, israelíes y ahora también pakistaníes y
todo por culpa de unos sicópatas sanguinarios aplaudidos por
los que creen que son demócratas. ¿Quiénes serán los
próximos niños y mujeres a batir ahora?
Parece ser que los niños musulmanes no tienen el mismo
derecho que los niños americanos, occidentales o israelíes,
los analistas musulmanes se han manifestado y se ha
advertido sobre estas contrariedades de este tipo de
democracias exigidas por EEUU y la Unión Europea.
El mundo entero se responsabiliza de estos crímenes en
contra de la humanidad. ¿Acaso se han olvidado de la masacre
llevada a cabo por la aviación israelí en el pueblo de Kanna
en el Líbano el 30 de Julio del 2007, donde perecieron 57
personas civiles, la mayoría niños?; ¿sigue existiendo la
ONU para unos y para otros no? ¿existen en la Comunidad
Internacional los derechos humanos para todos o sólo para
los que colaboran con EEUU y Europa?; no saben que todo
aquel que no sea de ellos no tiene derecho a la vida ni a la
seguridad.
Cuando no es Bush u Olmert, es cualquier otro mandatario
democrático como Zarkosi, es lamentable que esta sea la
libertad y democracia que merezca la humanidad. Sin lugar a
duda, forman la aspiración a la justicia y la paz, y en este
sentido la conservación y la defensa de los derechos
humanos, es la clave de las tres grandes religiones
judaísmo, cristianismo e Islam.
Ese valor queda intacto aún cuando constantemente haya sido
infringido por los miembros de todas estas religiones. Es el
deber de la actual generación de judíos, cristianos y
musulmanes, concientes de su responsabilidad, fortalecerse
mutuamente ya que, exhortaciones para esa toma de
responsabilidad en común la hay en numerosas escrituras de
estas religiones. No habrá paz en el mundo sin la
movilización conciente de los miembros de las grandes
religiones. ¿No creen que la única amenaza mundial para
humanidad sea EEUU, Israel, y sus clanes de halcones? Como
no corresponde conforme a los hechos de enjuiciamientos que
se hacen contra el Islam por razones apológicas donde se
sacan conclusiones falsas de ciertos aspectos de
determinados dogmas o de formas de comportamiento.
Igualmente no corresponde conforme a los hechos el poner
como norma de práctica islámica el comportamiento de algunos
musulmanes, cuando esta conducta particular responde a
decisión individual o tradición cultural que nunca es
derivada de las fuentes religiosas. Según la experiencia y
el origen principal de los juicios erróneos sobre la
religión están basados en aisladas acciones individuales.
|