El diario electrónico presidido
por Luis María Ansón, ‘El Imparcial’, dirigido por el que
fuera director de La Razón, Joaquín Vila vio ayer la luz con
un titular que no ha pasado, de ningún modo, desapercibido.
Con información fechada en Rabat y después de beber en las
fuentes del Palacio Real marroquí ni el titular, ni el
grueso de la noticia tienen desperdicio. Una supuesta ‘hoja
de ruta’ para determinar el futuro de Ceuta y Melilla que
habría puesto sobre la mesa el gobierno marroquí al español
y que podría activarse después de una victoria electoral de
Rodríguez Zapatero, ha desatado la polémica.
Mientras el PSOE resta credibilidad a la información, al PP
no le llama la atención este tipo de noticias por ser
históricamente consustanciales a gobiernos socialistas a los
mandos del destino del país.
En cualquier caso, no debemos ignorar que Marruecos siempre
mantiene este espíritu anexionista, pero tampoco que pese al
talante laxo que España viene manteniendo con nuestros
vecinos del sur los Reyes han visitado oficialmente ambas
ciudades autónomas.
Quizá, no dudamos, se trate de una mera interpretación
marroquí de gestos más o menos relajados por parte del
gobierno español al conocer, los vecinos, con quien se la
juega y en qué momentos. Hay que reconocer que,
oficialmente, las palabras públicas de la portavoz del
Gobierno y del ministro de Asuntos Exteriores [lapsus
aparte] siempre han sido la de discrepar con Marruecos en el
tema de Ceuta y Melilla, y mantener posturas contrarias al
respecto. Pero no es menos cierto que la presencia de
algunos personajes de cierta relevancia en el PSOE [Máximo
Cajal, Alfonso Guerra o el propio Felipe González] hayan
mantenido principios ‘entreguistas’. Imbroda ha dicho que
espera que la noticia no sea cierta porque no cree que haya
un español -que quiera a España- con tan poca vergüenza como
para admitir esa hoja de ruta.
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