He escrito, por activa y por
pasiva, que jamás he creído en las encuestas. Sólo creo en
las que se realizan, cuando se cierran los colegios
electorales y se hace el recuento final de las papeletas
dando el ganador de las elecciones. Esa incredulidad se han
propuesto alimentarla y darme la razón, todos aquellos que
se dedican a hacer las mismas.
Hace par de días escribí cómo se debe hacer una encuesta
para que salga lo que nosotros deseamos que salgas. Y no han
tardado en darme la razón, alguien que se ha dedicado a
hacer una encuesta siguiendo las bases que había dado para
que salga lo que deseamos. Gracias, amigos.
Para comprobar, cuanto de cierto hay en lo que escribí, he
realizado una encuesta entre mis familiares más allegados,
preguntándole quién era el mejor periodista del mundo
mundial, y asómbrense he salido elegido por unanimidad. Para
ponérselo más difícil les he preguntado quién es el más
grande de los intelectuales de nuestra tierra, y qué quieren
qué les diga, de nuevo he sido elegido por unanimidad. Y
para ver la forma de que hubiese algunos de ellos que no me
diesen su voto, la última pregunta que les he realizado ha
sido es; quién sería el mejor presidente del Gobierno de
España. Ahora, tengo que reconocerlo, con su repuesta me he
emocionado, por unanimidad unánime, diga lo que diga el
mundo mundial, los jóvenes y las jovenas mi familia, toda
ella unida como una piña, me han considerado el mejor
presidente del gobierno español que podría haber en todas
las épocas.
Lo que no voy a permitir nunca, es que semejante encuesta
sea publicada en mí periódico, porque dejando a un lado que
sería una tomadura de pelo, es un insulto a la inteligencia
de todos y cada uno de los españoles. Y ni te cuento,
serrana del alma, si al personal le da por comprarme con
Juan Vivas, con diecinueve consejeros y a todo un pueblo
respaldándole. Iba a servir de broma, por decirlo finamente,
para todo quisqui.
Pero, bueno, como aquí cada uno es cada uno y seis media
docena, cada quisqui es libre de hacer las encuestas que
quiera, en el lugar que quiera y con el personal que quiera
e incluso salir publicada en algún que otro periódico. Es
más, si por deseo expreso de algún personaje influyente de
esta tierra nuestra se quiere insertar en las páginas de un
periódico los políticos más valorados, salidos de esa
encuesta, están en su perfecto derecho de hacerlo.
Que conste, amigo guardia, que lo de influyente lo digo con
toda la seriedad del “mundo”, a pesar de que en esa encuesta
se muestre como político valorado a quine sólo es capaz de
reunir a veinte personas en una de sus llamadas, y que el
próximo congreso lo van a celebrar en una cabina telefónica,
incluida la mesa desde donde el valorado político se
dirigirá, una vez más, a los cinco asistentes a la
convocatoria.
La noticia me la tomo con todo el respeto del mundo. Ahora
hay valoraciones que no las entiendo, por mucho interés que
el periódico tenga en darla. En esa valoración de quien no
es nadie, se está insultando la inteligencia de los ceutíes.
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